Este Blog pretende ser un instrumento al servicio de la Parroquia, para información y formación de los visitantes

viernes, 21 de marzo de 2014

Hoja parroquial de los rectores
Lecturas: Éxodo 17, 3-7; Romanos 5, 1-2.5-8; Juan 4, 5-42
Domingo 3º de Cuaresma: EVANGELIO
En aquel tiempo llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía.
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: -Dame de beber.
(Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida)

La samaritana le dice: -¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).
Jesús le contestó: -Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.
La mujer le dice: -Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?
Jesús le contesta:- El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.
La mujer le dice: -Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla.
Él le dice: -Anda, llama a tu marido y vuelve.
La mujer le contesta: No tengo marido.
Jesús le dice: -Tienes razón, que no tienes marido: has tenido ya cinco y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.
La mujer le dice: -Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.
Jesús le dice: -Créeme, mujer; se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así. Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.
La mujer le dice: -Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga él nos lo dirá todo.
Jesús le dice: -Soy yo; el que habla contigo.
En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer, aunque ninguno le dijo: "¿Qué le preguntas o de qué le hablas?"
La mujer entonces dejó su cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente: -Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿será este el Mesías?
Salieron del pueblo y se pusieron en camino adonde estaba él.
Mientras tanto sus discípulos le insistían: -Maestro come.
El les dijo: -Yo tengo por comida un alimento que vosotros no conocéis.
Los discípulos comentaban entre ellos: ¿Le habrá traído alguien de comer?
Jesús les dijo: Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra.
¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la cosecha? Yo os digo esto: Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya dorados para la siega; el segador ya está recibiendo salario y almacenando fruto para la vida eterna; y así se alegran lo mismo sembrador y segador. Con todo, tiene razón el proverbio: "Uno siembra y otro siega". Yo os envié a segar lo que habéis sudado. Otros sudaron y vosotros recogéis el fruto de sus sudores.
En aquel pueblo, muchos samaritanos creyeron en él por el testimonio que había dado la mujer: "Me ha dicho todo lo que he hecho".
Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: -Ya no creemos por lo que tú dices, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es el Salvador del mundo.
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COMENTARIO
La Cuaresma no es sólo el tiempo en que nosotros nos ponemos en camino hacia Dios, la Cuaresma es el tiempo en que Dios sale a nuestro encuentro.
¿Dónde nos encuentra? en la casa, en el trabajo, en la calle, en la iglesia…¿Cómo nos encuentra? Nos encuentra sucios, deprimidos, llenos de coraje, con resaca, sedientos, prostituidos… Nos encuentra sin nombre, sin el traje de fiesta, sin la gracia y el amor.
Dios ha hecho este largo viaje para encontrarte a ti; para devolverte la dignidad de hijo, para llevarte a su reino, para abrazarte, para conversar contigo.
Eran las 12, mediodía, cuando Jesús llegó al pozo de Jacob. Jesús estaba cansado y sediento. Aprovecha la oportunidad para llegar al corazón de aquella mujer. El Señor nos espera en cualquier lugar para tocar nuestra alma, pedirnos algo, y ofrecernos el agua de la Gracia.
ESTA SEMANA
Martes: Primera Confesión de uno de los grupos de niños de 1ª Comunión
Miercoles: 8 de la tarde: CENACULO CONTEMPLATIVO DE LA DIVINA MISERICORDIA.

DOMINGO PRÓXIMO: Celebración en la Misa de 11,30 del Décimo Aniversario de la Consagración del Templo Parroquial. Preside la Santa Misa el Vicario General de la Diócesis. Todos estamos invitados a celebrar este acontecimiento histórico. NO OLVIDEIS QUE EL PRÓXIMO SÁBADO POR LA NOCHE SE CAMBIA LA HORA OFICIAL. Hay que adelantar una hora. 

domingo, 9 de marzo de 2014

HOJA PARROQUIAL DE LOS RECTORES
Domingo 1º de Cuarema
Lecturas:  Génesis 2, 7-9; Romanos 5, 12-19; Mateo 4,1-1
EVANGELIO
En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu paraser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al final sintió hambre. Y el tentador se le acercó y le dijo: -Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
Pero él le contestó diciendo: -Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo lo lleva a la Ciudad Santa, lo pone en el alero del templo y le dice: -Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Encargará a los ángeles que cuiden de ti y te sostendrán en sus manos para que tu pie no tropiece con las piedras.
Jesús le dijo: -También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios.
Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y mostrándole todos los reinos del mundo y su esplendor le dijo: -Todo esto te daré si te postras y me adoras.
Entonces le dijo Jesús: -Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto.
Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.
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COMENTARIO 
La gran muralla china es una de las maravillas que el hombre ha creado. Y dicen que es la única cosa de la tierra que se puede ver desde la luna.
Cuando terminaron su construcción, la gente satisfecha se regocijó. Y se dijeron, ahora sí que estamos a salvo. Nadie podrá atacarnos, nadie podrá penetrar esta magnífica e inexpugnable muralla. Pero sus enemigos un día entraron con toda facilidad.
¿Cómo? Sobornando, comprando a los guardianes. El vigilante abrió la puerta y entraron sin ninguna oposición. Esta es nuestra historia desde el primer día de la creación. Adán y Eva somos nosotros rodeados por la gran muralla del amor de Dios, vivificados por el soplo de vida divina de Dios, colocados en este mundo para ser los amigos de Dios y ser los testigos de su gloria.
Esta es la historia de Adán y Eva, es decir, de todo hombre y de toda mujer desde el primer día de nuestra vida. Tú eres el guardián que guarda la entrada del jardín. Tú eres el conserje que guarda la entrada del edificio. Tú eres el administrador de la vida divina que Dios te ha dado. Tú eres el templo en el que Dios quiere habitar y conversar contigo.
Puedes hacer una copia de tu llave y dársela a tu párroco para que entre o se la puedes dar a un  cualquiera. Se la puedes dar a Dios o al diablo. En el relato del Génesis vemos cómo la primera mujer abrió la puerta de la muralla y de su vida al diablo. Sus halagos, sus promesas y sus encantos la sedujeron y esta gran usurpadora le prometió lo imposible: ser como Dios.
La primera seducción y la primera tentación. Ser más grande. Tener más. Gozar más. Traicionar mi condición de criatura. Ser como Dios. Todos, alguna vez, hemos dado la llave de nuestra muralla al enemigo disfrazado con ojos brillantes, con palabras lindas, con promesas magníficas.
A todos se nos abrieron los ojos, nos vimos desnudos y comprendimos que la felicidad no era eso, que nuestra paz no era eso, que nuestro destino no era eso, que Dios nos hizo para él y no para el tentador. La palabra de Dios no es un cuento del pasado. La palabra de Dios es una radiografía de nuestra vida, de nuestra experiencia de hoy.
Aquí venimos para recordarnos nuestra fragilidad, para fortificar con el amor de Dios y su perdón nuestra muralla, para entregarle sólo a él la llave de nuestro ser. El poeta cubano, Nicolás Guillén escribió el famoso poema-canción titulado: la Muralla:
Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,   
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena, 

abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor
abre la muralla.

A Dios Padre y Creador
abre la muralla.
A Jesucristo, el Señor,
abre la muralla.
Al Espíritu Santo, fuego y amor,
abre la muralla.
¿A quién abres la puerta de tu alma? El evangelio, hermanos, no es nuestra historia. Es la historia de Jesús, el Señor, el testigo fiel. ¡Qué diferente su historia de la nuestra!
"Jesús fue conducido al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo".
La tentación del cuerpo: el hambre.
La tentación del espíritu: la fama.
La tentación del corazón: el dinero.
Jesús nos enseña a no abrir la puerta al tentador.

"No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".

miércoles, 5 de marzo de 2014

BENDICIÓN DE LA NUEVA IMAGEN DE LA VIRGEN EN EL ATRIO DE LA IGLESIA

Una bonita imagen de la Virgen del Carmen, elaborada en alabastro. Sedente, ofreciendo al Niño. Se ha colocado en el atrio del templo, para que sea Ella la que nos lleve a Jesús Eucaristía que está realmente en el Templo.
HOJA PARROQUIAL DE LOS RECTORES
Domingo 8º del T.O. ciclo A
Lecturas:  Isaías 49,14-15; Corintios 4,1-5; Mateo 6,24-34
EVANGELIO
Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero, y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no andéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir.
¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido?
Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y yo os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe?

No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas.
Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo eso se os dará por añadidura.
Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia.

COMENTARIO
Érase una vez un hombre muy rico y avaricioso que contrató a un matemático para que descubriera la fórmula que le permitiera incrementar más y más sus ganancias. El hombre rico estaba construyendo una enorme caja fuerte donde almacenar mucho oro y muchas joyas.
El matemático se encerró durante seis meses en su estudio y al final encontró la fórmula. Una noche se presentó en la casa del hombre rico con una gran sonrisa en la cara y le dijo: Ya lo tengo. Mi fórmula es perfecta.
El hombre rico no tenía tiempo para explicaciones ya que a la mañana siguiente emprendía un largo viaje, pero le prometió doblarle el sueldo si, en su ausencia, se encargaba de sus negocios y así ponía en práctica su nueva fórmula. Éste aceptó encantado. Cuando el rico regresó descubrió que todas sus riquezas se habían esfumado. Furioso, le pidió explicaciones.
El matemático con mucha calma le dijo que había distribuido todo entre la gente. El rico no se lo podía creer. Durante meses, explicó el matemático, analicé cómo se podía obtener el máximo beneficio, pero siempre era algo muy limitado. Comprendí que la clave consistía en que, no uno, sino muchas gentes podían ayudarnos a conseguir el objetivo. La conclusión era que ayudando a los demás era la mejor manera de que muchas gentes nos beneficiaran a nosotros.
Furioso y abatido se puso a caminar, pero los vecinos salían a su encuentro y le ofrecían todo lo que necesitaba, comida, casa… y pudo comprobar los resultados previstos por el matemático. Recibía honores y ayuda de todos. Cayó en la cuenta de que no tener nada le había dado mucho más. Pronto emprendió nuevos negocios, pero siguiendo el consejo del matemático ya no guardaba nada en la caja fuerte sino que lo compartía con los demás cuyos corazones eran las más seguras y más agradecidas cajas fuertes.
Nosotros no contratamos un matemático. Cada uno de nosotros somos ese matemático que busca la fórmula del mayor beneficio, de más ingresos, de más influencias…porque nunca tendremos bastante. Así funcionan los paganos.
Los cristianos ya tenemos nuestro matemático y cada vez que venimos al área de descanso, de una manera o de otra, nos recuerda su fórmula para agradar a Dios y para incrementar nuestros beneficios, la del servicio, la de la confianza, la del compartir con los necesitados, ellos son nuestra esperanza. Cinco veces nos dice Jesús en el evangelio proclamado “no os agobiéis por lo que vais a comer o con qué os vais a vestir”.
ESTA SEMANA

Comenzamos la Santa Cuaresma. Es un tiempo de encuentro con Dios y con nosotros mismos para hacernos un chequeo espiritual y analizar cómo va nuestra alma. A lo largo del año se nos acumulan adherencias que es necesario eliminar con la ayuda de la Gracia Divina. Para eso está la CUARESMA. Tómatela en serio.
+MIERCOLES: Iniciamos la Cuaresma con la imposición de la CENIZA. Es un signo muy antiguo que nos recuerda lo que somos y lo que debemos ser. La ceniza es lo que queda después de quemar algo. Y algo hay que quemar en nosotros para dejar más limpio el campo del alma.
+A las 18 h. Celebración penitencial e imposición de Ceniza con niños
+A las 19,30: Santa Misa e imposición de Ceniza
+TODOS LOS VIERNES: Ejercicio del VIA CRUCIS al terminar la Misa.
+PRÓXIMO VIERNES: RETIRO ESPIRITUAL PARA JOVENES bajo el lema  ENCUENTRO CON CRISTO: A partir de las 17 h. en la Capilla del Centro P.
+ACTIVIDADES JUVENILES: Coordina José Antonio Martínez. Ponte en contacto con él a través de este correo electrónico: jose_antoniomartinez@icloud.com

Se pueden sugerir iniciativas para adolescentes y jóvenes.

martes, 4 de marzo de 2014

VIVE CON GOZO LA CUARESMA QUE ACABAMOS DE COMENZAR. NO ESTÉS EN LA LUNA

Empezamos un gran tiempo. No te quedes en la luna. Hay que ir más allá. Ora, lee, piensa, celebra, ofrece, ayuda...
El Papa Francisco te ofrece 40 pistas para vivir la Cuaresma:
40
FRASES DEL PAPA

FRANCISCO PARA LA

CUARESMA 2014
(Mensaje para la Cuaresma 2014)
(recopilación J.Leoz)

1.Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza
2. La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama.
3. La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias.
4. La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice San Pablo— «...para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación.
5. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica
.6. ¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino (cfr. Lc 10, 25ss).
7. La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios
8. La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo, su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre
9. Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos (L. Bloy); podríamos decir también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo
.10. Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los  Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres.
11. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo
12. A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas.
13. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la miseria mora y la miseria espiritual.
14. Frente a la miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad
15. En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo.
16. No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado
17. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía!
18. ¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud.
19. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso.
20. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.
21. El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual
22. Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza!
23. Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío
24. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre.
25. Este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico
26. La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza.
27. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.
28. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal.
29. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas.
30. La miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente.
31. Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad.
32. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias.
33. Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados
34. Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros.
35. La riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su gloria
36. Cuando Jesús nos invita a tomar su "yugo llevadero", nos invita a enriquecernos con esta "rica pobreza" y "pobre riqueza" suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano
37. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.
38. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la miseria  moral
 y la miseria espiritual.
39. El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de San Pablo?
40. ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una  vida pobre en sentido evangélico?


Fuente: J. Leoz


 Cuaresma: empezamos a caminar


La Iglesia inicia el tiempo de Cuaresma, cuarenta días que culminan en la gran fiesta de la Resurrección de Cristo

No hay Cuaresma sin Pascua, ni Pascua sin Cuaresma. Así resumía el diácono permanente Josep Urdeix, en una intervención radiofónica, el itinerario central del calendario cristiano: la Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua de Resurrección. Este año el tiempo de Cuaresma empieza el 5 de marzo 2014, miércoles de ceniza, un día en que el mensaje del texto evangélico (Mateo 6, 1-18) se refiere a la limosna, al ayuno y la plegaria que son, por otra parte, los tres pilares de estos cuarenta días. Pero el llamamiento a los cristianos es, sobre todo, no hacer las cosas para que nos vean, sino obrar con discreción, vida interior e intimidad. El primer día del tiempo cuaresmal, al final de las celebraciones eucarísticas, el sacerdote impone a cada persona un poco de ceniza haciendo la señal de la cruz sobre la frente, y recuerda normalmente esta frase: “¡Conviértete y cree en el Evangelio!”.

Y es que la Cuaresma es el tiempo en que la Iglesia de Jesucristo intensifica su llamamiento a la conversión personal de todos los creyentes. Recuerda los cuarenta días que Jesús, antes de sufrir la crucifixión, pasó ayunando en el desierto superando tentaciones y llenándose con mucha vida interior y reflexión. Actualmente, existe un precepto de ayuno, con una única comida fuerte y sin comida entre horas, para el miércoles de ceniza y también el viernes Santo. Por otra parte, se establece una abstinencia de carne el mismo miércoles de ceniza y todos los viernes hasta el viernes Santo. Estos gestos, sin embargo, no se piden para que los cristianos los sigan como una obligación, sino como un signo de comunión y de unión con la persona de Jesús. Más allá de eso, la Iglesia no quiere tampoco que nos quedemos con estas formas de vivir la Cuaresma. Quiere que vayamos más allá, con propósitos de rogar más y hacer mejores obras. Por ejemplo, sustituir la abstinencia de carne por una buena mariscada en un restaurante de lujo, como se hacía institucionalmente en tiempos del franquismo en España, no es vivir cristianamente este tiempo.

La Cuaresma, que se acaba el domingo de Ramos (este año el 13 de abril de 2014), es también preparación para el gozo de la Pascua. Por lo tanto, no es un tiempo de tristeza, sino de contemplación. Una buena opción para vivir estos días es participar regularmente en plegarias comunitarias y atender también la individual, así como leer textos bíblicos y especialmente el evangelio. Ciertamente, es una lástima que, en nuestro país, quiera olvidarse la Cuaresma mientras se anuncia de manera reiterada el inicio del Ramadán de los musulmanes, cada año más presente en casa nuestra. Respeto por otras confesiones no cristianas, sí; pero sin dejar que se olvide la nuestra, la católica.

La penitencia es la otra gran palabra que suena durante la Cuaresma. Es simplemente el llamamiento que todos los creyentes recibimos de reencontrarnos con Dios, mediante el sacramento de la reconciliación, la celebración comunitaria de la penitencia y también gestos de hermandad con los demás, entre ellos también la petición de perdón.

Todo da paso a la Semana Santa, que empieza el domingo de Ramos, con el recuerdo y la vivencia de la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén antes de la pasión, y se acaba el domingo de Pascua, la fiesta más importante para los cristianos. Es tan importante que no se celebra sólo un día, sino cincuenta. Durante la Semana Santa, también celebramos la institución de la Eucaristía y el amor fraterno, el jueves Santo, y la pasión y muerte de Jesús en la cruz con una intensa plegaria universal, en este caso el viernes Santo. En definitiva, nos encontramos un año más ante la mejor oportunidad de conocer las raíces y el sentido de nuestra fe.