Este Blog pretende ser un instrumento al servicio de la Parroquia, para información y formación de los visitantes

domingo, 28 de agosto de 2011

EL PAPA TAMBIÉN LLORA

Actualizado 27 agosto 2011
El Papa también Llora



Hace ahora una semana. Los medios de comunicación nos han ido transmitiendo puntualmente todos los actos y acontecimientos de la JMJ. Pero hay detalles que a veces se les escapan, y que, si bien no afectan a lo esencial, nos descubren sigilosamente las profundidades del espíritu. Los chicos y chicas que han participado en la Jornadas han venido felices de haber tenido esta oportunidad de compartir la fe con jóvenes de otros países, y todo juntos con el Papa.

Me contaba una profesora universitaria que para ella la JMJ ha supuesto un antes y un después. Que se han quedado “enganchadas” con Benedicto XVI, en el que han descubierto la fuerza del Espíritu y la humildad en la Verdad. Es un Papa que propone con profundidad y sencillez, y te deja una serenidad en el alma que es obra de Dios.





Comentaba esta profesora que fueron muchas horas de total disposición que nunca ella pensaba que lo aguantaría. Madrid estaba colapsado. Los medios de transporte a tope. Madrugones para estar puntual en el acto correspondiente. Larga espera en el Escorial para el encuentro del Papa con los profesores universitarios. Ellos a la sombra y las monjas a pleno sol de agosto. Plantones en las calles para participar en actos significativos, como fue el Viacrucis. Y no digamos nada la Vigilia y la Misa de Cuatro Vientos. Pero había algo común a todos: la alegría, la sonrisa permanente, la oración continua, el mutuo servicio, la disponibilidad. Me contaba esta chica el respeto y el cariño que todos profesaban a los sacerdotes y religiosas/os. Los jóvenes les ofrecían los asientos en los transportes públicos, y los felicitaban por haber seguido la Vocación divina.

Algunos sacerdotes me han contado el “gran espectáculo” de “La fiesta del perdón”. Los doscientos confesionarios estuvieron permanente ocupados. Uno de estos compañeros estuvo ocho horas confesando sin parar, y con colas inmensas. Un sacerdote holandés estuvo diez horas, y dijo que había confesado esos días más que en toda su vida sacerdotal en su país. Como los confesionarios estaban ocupados era normal ver a sacerdotes y filas en penitentes en cualquier banco del Retiro, y sobre todo en Cuatro Vientos.

Una chica china, al contemplar las imágenes de la Pasión en el Viacrucis, dijo que no sabía que el Señor y la Virgen habían sufrido tanto. Y que ella, a partir de ahora ya no se iba a quejar de sus dolores y sufrimientos.

Comentan que algo que llamó mucho la atención fue el fervor de los jóvenes en la Vigilia y en la Misa. Era frecuente ver a chicos de rodillas en un suelo lleno de barro rezando con recogimiento. Las monjas y los clérigos han podido comprobar que no están solos, y que la piedad en el trato con Dios no ha pasado de moda. El ser humano debe amar y tratar a Dios con todo su ser: cuerpo y alma. El silencio en los momentos de oración y celebración, así como cuando hablaba el Papa, ha sido otro de los detalles que ha impresionado en una masa tan ingente de personas. En realidad aquello no era una masa, sino una comunidad en torno a Cristo, era la Iglesia joven conectada con Dios.

Pero uno de los detalles que más me han impresionado ha sido el llanto del Papa. He podido saber que Benedicto XVI cuando llegó a la Nunciatura Apostólica tras la Vigilia del Sábado, estaba llorando. Al entrar se fue derecho a la Capilla, y allí lo encontró una de las religiosas llorando ante el Santísimo. ¿Por qué lloraba el Papa? Sencillamente porque estaba emocionado, feliz, agradecido con Dios y con los jóvenes. El Papa también es humano, y cuando en el alma se van acumulando los sentimientos fuertes el llanto es una válvula de escape, una exteriorización del gozo que se lleva dentro. Hemos destacado lo bien que le ha venido a los jóvenes la JMJ, pero no menos bien le ha venido al Papa, acostumbrado a sufrir a diario los problemas del mundo y de la Iglesia. Sin duda estas Jornadas le han rejuvenecido el espíritu. La expresión de su cara, y su mismo tono de voz, no eran los mismos cuando llegó que cuando se despidió de los voluntarios en el IFEMA. Los jóvenes han hecho un esfuerzo heroico para estar donde debían, y el Papa, con sus 85 años, tampoco se quedó atrás.





Sin duda la JMJ ha marcado un antes y un después en la Iglesia en España y en el mundo entero. El listón ha quedado muy alto, y damos gracias a Dios. Yo quiero felicitar desde aquí a Yago de la Cierva y al equipo de miles de voluntarios por la perfecta organización y belleza que han predominado en todos los actos. Y a las autoridades que los han sabido valorar y apoyar.

--------------------------------------------
Coros y orquesta de la JMJ:





Juan García Inza

Juan.garciainza@gmail.com

domingo, 14 de agosto de 2011

METIDO EN UN DIOS JOVEN

Sí, Dios es joven. Aunque es eterno por El no pasan las hojas del calendario. Nosotros le echamos una pátina de envejecimiento encima cuando no vivimos nuestra fe con frescura, con gozo, con alegría contagiosa. Decididamente hay que meterse en Dios para conocerlo y amarlo. “dejad que los niños se acerquen a Mí”, nos dice el señor. Y los niños son siempre vida creciente y tierna.




Contemplaba a través de la televisión la retrasmisión de la Misa desde la iglesia de la Sagrada Familia de Barcelona. Bajo sus imponentes bóvedas y columnas se apretujaba una comunidad ingente de jóvenes venidos del mundo entero. Me ha impresionado el fervor con que seguían la celebración de la Eucaristía. La atención que ponían para escuchar la Palabra de Dios, y la fe profunda en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Las cámaras se han detenido un tiempo en una chica que arrodillada profundamente, con la cabeza entre sus manos , adoraba y daba gracias al Señor tras la Comunión. Exactamente estaba haciendo lo que nos recomienda la Iglesia: adorar al Santísimo, especialmente cuando lo llevamos dentro, cuando somos sagrarios vivos. Estaba ella, como tantos otros, metida en Dios, y Dios en ella. Así es la fe cristiana.

La maravilla arquitectónica del templo de Gaudí ayudaba a dar gracias a Dios que hace bien todas las cosas. Daba la impresión de estar en un bello bosque, en un paraíso de colores cálidos y acogedores. El arzobispo de Colonia, que estaba concelebrando, decía al final: “No sé si estoy en la tierra o en el cielo”, y comparaba esta iglesia con la impresionante catedral de Colonia.

Así es la fe: bella, familiar, acogedora, alegre, joven. Y esto es lo que realmente entienden los jóvenes. La chispa salta cuando hay un corazón dispuesto a decir sí a Dios, cuando las ventanas del alma están abiertas de par en par. Leyendo el libro “Dios y audacia”, del cardenal Herranz, encontré una advocación de la Virgen que no conocía: Nuestra Señora del Alma. Y me ha gustado, sobre todo porque mi Blog lo titulo un: Un alma para el mundo. A nuestro mundo le falta alma, le falta Santa María del Alma. Por eso en la mochila de los jóvenes peregrinos va un Rosario, junto con el devocionario y el YOUCAT. Los chicos rezan a la Virgen, porque la Virgen también es madre joven, que ofrece sus brazos y su corazón para estrecharnos en un abrazo cariñoso y sincero.

El Papa nos anima a todos a seguir rezando por el fruto de la JMJ. Así lo decía este domingo en su alocución del Ángelus: “Saludo a quienes se unen de camino a Madrid para la Jornada Mundial de la Juventud. Invito a todos a encomendar en la oración este Viaje Apostólico a España, que llevaré a cabo dentro de pocos días, para que en él se cosechen abundantes frutos de vida cristiana".

Y esta es la finalidad del encuentro, de la Jornada: Que broten en el alma los frutos de las virtudes cristianas que hagan posible una sociedad más humana. Muy lejos de la Iglesia el buscar triunfalismos. No los queremos. Lo que nos importa es la vida sincera, la fe auténtica, la caridad bien vivida, la esperanza tierna y fuerte. Entonamos el perdón de nuestros pecados y nos disponemos a seguir a Jesús.

Hay que dejar actuar a Dios, dice Marta Lago, Corresponsal de L’Osservatore Romano


Cada JMJ es una oportunidad de vivir, reavivar y compartir la fe. Por tanto, una ayuda inestimable para afrontar cada circunstancia, personal o comunitaria, con realismo y esperanza. Y como el Espíritu hace nuevas todas las cosas -también cada JMJ-, es importante que cada joven llegue con apertura de inteligencia y corazón, con la capacidad de dejarse sorprender. Deus facit, homo autem fit, dice la Patrística: Dios hace, el hombre se dejar hacer. Dejando actuar a Dios, veremos una fe que mueve montañas (Alfa y Omega)
Pues de eso se trata, y Dios hará de las suyas.

Juan García Inza
Juan.garciainza@gmail.com


sábado, 13 de agosto de 2011

LLUEVE GRACIA SOBRE ESPAÑA


En esta sequedad veraniega, que también se nota en la práctica religiosa, está cayendo un diluvio de Gracia de Dios sobre toda España. Es un gozo contemplar los ríos de alegría que están regando nuestros pueblos y ciudades. Se nota en el ambiente. Es una racha de frescura para nuestra fe muchas vences cansina.



He podido comprobar en algunos pueblos de mi región la ilusión que ha supuesto recibir a estos chicos y chicas que vienen con hambre de Verdad y ganas de compartir la fe. Esta misma mañana he entrado en la Catedral de my Diócesis y me he quedado boquiabierto oyendo celebrar y catequizar en árabe. ¡Qué bonito es ver una Catedral Católica llena de árabes! Naturalmente árabes cristianos, venidos de Jordania, de Palestina y de otros países. Cantaban y se daban la paz. Yo estaba como simple espectador, pero algunos me pedían la bendición para sus rosarios. Pronto enorme plaza del Cardenal Belluga frente a la Catedral se ha llenado de jóvenes con sus banderas. Y al ver pasar a un sacerdote, como yo, se sonreían simpáticamente. Me he acordado cuando hace unas semanas los jóvenes del 15 M que acampaban cerca de allí increpaban y escupían a un sacerdote mayor. Hay mucha diferencia entre el que tiene fe y el que no tiene la suerte de creer en algo más de lo que ven sus ojos.





Escuchaba a través del Canal 13 algunos testimonios gratificantes de familias acogedoras de peregrinos. Me ha llamado particularmente la atención un matrimonio con 10 hijos que ha acogido a 12 peregrinos. La familia se ha apretujado durmiendo todos los niños en el suelo para que los jóvenes de la JMJ pudieran descansar en sus camas.

Una niña de 7 años decía que estaba de ayudante de los voluntarios, y que habían venido expresamente de Londres para estar junto al Papa estos días.

Una discapacitada psíquica estaba ayudando a los cuatrocientos discapacitados que han venido de otros países. Ellos también tienen derecho a compartir su fe y enterarse bien de lo que estos días se está hablando de Dios.

Una mujer soltera mayor ha acogido a varios colombianos en Granada. Uno de ellos manifestaba su enorme alegría por haber venido por primera vez a España, visitar la tumba de los Reyes Católicos, los reyes del descubrimiento de América, y que su país recuerda especialmente por llevar en nombre en honor a Colón. Pero sobre todo por tener la oportunidad inmensa de estar con el Papa tras varios años de ahorrar para pagarse el viaje.

Y así miles de testimonios que podremos oír estos días por los medios que tengan el detalle y el gusto de retrasmitirnos los acontecimientos.

Recojo finalmente el testimonio de una joven monja, fruto de una JMJ anterior:

Sor María de Nazaret O.P.



41 años
Dominica Contemplativa
Monasterio Nuestra Señora de la Piedad (Palencia)

testigos de la Verdad
Soy una monja Dominica que lleva 17 años entregando
cada día mi vocación al Señor, para que
me la realice. Cada llamada de Dios es una historia
preciosa que te va sellando el corazón. Siempre
asocié mi búsqueda vocacional con las JMJ y
a ellas estoy muy agradecida, por eso animo a participar
en estos encuentros donde el Señor parece
que habla con más cercanía y claridad.
La primera que asistí fue a la de Santiago de Compostela,
tenía 19 años y muy pocas ganas de ser
monja. Yo quería casarme, tener muchos hijos y
evangelizar en cualquier rincón del mundo.
Dos años después fui a la de Czestochowa. Por
entonces ya habían pasado unos cuantos cambios
en mi vida: había dejado de estudiar la carrera,
había hecho una experiencia en el monasterio
donde ahora me encuentro y mi concepto sobre
las monjas había cambiado. Deseaba entrar pronto
en el monasterio, pero no había llegado todavía
el momento.
Decidí estudiar Educación Especial mientras se
aclaraban mis interrogantes. El contacto con los
niños deficientes me impactó, pero el camino de
la Vida Contemplativa no se había cerrado y como
las Hermanitas de Belén hacían retiros vocacionales,
me fui con ellas a Sigena (Huesca) y más
tarde a Grenoble (Francia), donde pasé un mes
con las Hijas de San Bruno.
En esta situación me encontraba cuando fui a
Denver. Quería ser monja, pero no sabía el lugar;
tanto en Francia como en Palencia había disfrutado
de muchos encuentros con el Señor y la liturgia
llenaba mi vida. Y fue allí, en las colinas del
Colorado, cuando le dije a la Virgen que me llevase
al sitio que el Padre me había preparado
desde la eternidad y así fue. Ese mismo año, durante
la vigilia de la Inmaculada, me lo mostró; y
aunque la tentación de dar marcha atrás estuvo
siempre muy presente, me fié de Ella y poco a
poco todos los obstáculos se fueron allanando
hasta que por fin llegó el día esperado: el 26 de
Diciembre de 1.993, fiesta de la Sagrada Familia
de Nazaret, crucé el umbral del monasterio de Dominicas
de Palencia, para gloria de Dios y salvación
de los hombres.
Desde entonces cada Jornada Mundial de la Juventud
la he vivido intensamente con el deseo de
que muchos jóvenes encuentren el sentido correcto
de su vida. Y cada vez que cantamos el
salmo 121, que es muy alegre porque lo cantan
los peregrinos cuando llegan a Jerusalén, me uno
a cada joven que busca orientar su vida conforme
a los planes de Dios.
¡Qué el Señor nos bendiga en esta nueva Jornada
Mundial de la Juventud y recojamos abundantes
frutos; cimentados en la roca, firmes en la fe!


LA IGLESIA Y LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL

LA IGLESIA CATOLICA Y SU CONTRIBUCION A LA CIVILIZACION



La contribución a lo largo de la historia al arte, la música, la arquitectura, la ciencia, el derecho y la economía son innegables. El historiador en su libro “Como la Iglesia Católica construyó la civilización occidental” profundiza en el legado del cristianismo, hoy a menudo desconocido o negado. Concluye que al estudiar la civilización occidental y sus instituciones, estas no han sido fruto de una evolución casual y dispersa. A partir de la herencia de Grecia y Roma, han nacido dentro de una matriz cultural cristiana que, junto con los inevitables fallos humanos, ha supuesto una obra civilizadora decisiva.

Siguiendo la historia de la Iglesia Católica, Woods demuestra en capítulos monográficos las aportaciones que ha hecho a la cultura occidental: la labor civilizadora de los monasterios en la Edad Media, el nacimiento de las universidades, las maravillas del arte de las catedrales, el desarrollo de la ciencia experimental desde finales de la Edad Media, los orígenes del Derecho Internacional, los precedentes de la economía moderna en la Escuela de Salamanca, el desarrollo de las obras de beneficencia cuando nadie se preocupaba por los más pobres, la progresiva erradicación de muchas conductas inhumanas… En conjunto, se ve cómo la fe ha sido una fuente inspiradora de iniciativas y energías para hacer el bien.





Conclusiones

Esto es solo una pequeña muestra de algunas cosas que los anticatólicos deberían tomar en cuenta antes de perseverar en su afán de hablar mal de la Iglesia.