ctualizado 12 mayo 2012 |
Clinic y Yo.
Publicado por DAV Lugo el 31 marzo 2010 en GENERAL.
Mi firma Favorita de belleza, Clinic, ha dejado de serlo, y lo ha hecho como si se tratara de una infidelidad que no puedes perdonar, que a pesar de que tiene tu corazón capturado, el dolor que te ha causado es tal, que no puedes permitirle dejarle entrar de nuevo en tu vida. Tantos años, consumidora incondicional de unas cremas, que me parecían únicas, no tenían perfume, a prueba de alergias, bastante efectivas y no en exceso caras… ¡El Sueño de toda mujer! Pero detrás de ese sueño, se escondía el Horror, el horror en estado máximo:
Descubrir que sin saberlo, estás contribuyendo en la conspiración más malvada y perversa que una persona pueda imaginar, contra el Ser Humano más inocente e indefenso de todos, el Niño por nacer al mundo, te impacta de tal modo, que te parte en un instante el Alma. Por ese motivo, nunca podrá ser nada igual, ya no puedo pensar siquiera seguir usándolas, es más van a la basura todos sus productos que tengo en casa. (http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=122198
)
Con dolor de corazón, confieso que me he deshecho, sin sentir ningún placer en hacerlo, de todas mis cremas, No voy a negar que me asaltaron ideas como ¿porqué tirar la limpiadora? ¿por qué el tónico? Ahí es imposible que…
De inmediato he alejado de mí ese pensamiento, y me he dicho, ¡NO! ¡Todo está impregnado de sangre inocente. ¡Nunca más volveré a tocar una de ellas! Sólo pensar que, una de las causas que promueve este asesinar inocentes, es esta industria, que promete alargar la lozanía… continué con maquillajes, ¡Todo! ¿Cómo podría volver a pintar mis labios sin que me supieran a sangre? ¿Cuántos inocentes han sido necesarios para la investigación en los laboratorios Clin? ¿Cuántos de ellos son necesarios para prometer la eterna juventud?
Me fui a buscar dos bolsas más, ¡No podía tirar todo así a la basura! No soportaría que alguien pudiera ver que eran nuevas y pudiera usarlas, no podía tirarlas así, ni al plástico, ni a la basura.
Comencé por el tónico, y las limpiadoras, las fui vertiendo en el inodoro, las cajitas de cartón las separé, las puse en una bolsa, así como los prospectos, cogí un papel recio, y ayudada de papel y una espátula, fui vaciando una a una todas las cremas, sobre el papel, los tarros en otra bolsa. Mientras separaba, para reciclar el plástico, me preguntaba cómo puede llegarse a ser, tan inhumano, pensaba en el artículo de “El País” de hace 25 años, cuando aún gozaba de dignidad, donde hablaba de auténticos despieces, me asalta la pregunta de qué ha podido llevar desde entonces, a encubrir algo tan diabólico, a tantos medios de comunicación. Y como 50 empresas entre ellas mi hasta ahora favorita, mediante pruebas aportadas por Trillas, que divulgó el folleto que se iba a hacer público en el III congreso internacional Pro vida, de hace tres años, donde publicaba los precios de la piel, el Hígado, la médulas espinal, el cerebro… me sentía aturdida, no sé si por el constipado que tengo encima, ó por el espectáculo en el que estaba inmersa. Sentí ganas de vomitar.
No me causaba ningún placer, lo que estaba haciendo, las lágrimas corrían por mi cara, me sentía culpable, por haber estado tan ciega, ¿Dónde estuve todo este tiempo? ¿Cómo no se me ocurrió investigar antes? Ayer estaba conmocionada, pero hoy llevo con la lágrima fácil todo el día. Siento que este mundo ha dejado de ser humano.
Cuando vaciaba todos los envases, de mis antes apreciadas cremas, pensaba ¿Cómo es posible que se pueda tener tan poca conciencia, y cómo es posible que se permita que se puedan hacer cosas así, es como si compraras croquetas congeladas, por poner un caso, y después de estar comiéndolas durante mucho tiempo, te enteraras que quien las fabrica, utiliza a los niños abortados para su elaboración, ¡te vuelves loca!
Pues eso es lo que me pasa a mí, así es como me siento, el problema es que en el caso de las croquetas, intervendría el ministerio de sanidad, y en el caso de las cremas tienen total impunidad. Han pasado tres años de la investigación de Carlos Trillas, director general de la editorial Trillas, tras la cual, acusó a más de cuarenta empresas de cosméticos, de usar embriones y fetos para elaborar sus cosméticos, y no creo que en estos años, haya cambiado nada, al contrario, más investigación con mayores avances, con cosméticos cada vez más sofisticados, pero a costa de sangre inocente.
Yo sólo podía pensar en que hay muchas mujeres, que desconocen este horror, como yo tampoco lo sabía, y que por ello debemos sacar de nuevo a la luz, estas prácticas perversas, para que al menos, haya transparencia, y no se sirvan del engaño, prometiéndonos belleza, con los restos de los hijos arrancados cruelmente a unas madres, que de saberlo, se lo pensarían mejor.
Ya no confiaré en ninguna empresa cosmética ¡50 implicadas hace tres años! ¿Cuántas serán hoy? Esto es de película de terror.
Desde hoy me voy a fabricar mi propia cosmética a base de aceite de oliva e Hipérico, y si me salen más arrugas, me encantará lucirlas, porque de una cosa estoy convencida, las cremas que prometen alargar el aspecto joven, a costa de las vidas de inocentes, ¡Jamás! Y como eso no lo reconocerán nunca, porque a pesar de todo, saben la maldad que encierra, ¡Me sumaré a eso, de la arruga es bella!
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Este Blog pretende ser un instrumento al servicio de la Parroquia, para información y formación de los visitantes
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domingo, 13 de mayo de 2012
VELIENTE TESTIMONIO SOBRE ABORTO Y COSMÉTICOS
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