Este Blog pretende ser un instrumento al servicio de la Parroquia, para información y formación de los visitantes

domingo, 30 de octubre de 2011

¿DE QUÉ TE QUEJAS?

Actualizado 30 octubre 2011
¿De qué te quejas?

Es verdad que hay muchísimos problemas. Millones de personas no tienen trabajo. Familias enteras viviendo de la Providencia divina. Muchas víctimas de la violencia. Desorientación doctrinal. Mucha falta de esperanza ante un día a día malo y un futuro oscuro… Y ante todo este panorama son muchos los que se quejan. Pero no hablo de estos atormentados por el panorama tan desolador que les agrede el alma.

Yo hablo de aquellos que se quejan sin razón. Los que se quejan de vicio, por sistema. Los que parece que no están conformes con nada. Todo les parece poco. Y no miran a su alrededor para ver las auténticas miserias que le rodean, o las carencias que algunos viven sin perder la paz y la alegría.

Al contemplar este vídeo que ofrezco al final, no dejaba de asombrarme hasta qué punto es capaz una persona, con fe y optimismo, lo que la naturaleza le ha negado. Un joven sin piernas y sin brazos, y sin embargo vive con ilusión, y trata de que los demás valoren lo que tienen y no se quejen egoístamente. Una buena lección para este tiempo de tanta carencia por un lado, y tanta abundancia por otro. A unos todo lo parece poco, y a otros lo poco le parece suficiente. Una buena oportunidad para meditar en mi propia vida, ver lo que tengo, lo que Dios me ha regalado, y saber superarme aceptando lo que me pueda faltar. Podemos recordar aquellas palabras de Jesús en relación con aquel agricultor que había tenido una gran cosecha, y dijo para sí: -Tengo riqueza para mucho tiempo. Comeré, beberé y me daré buena vida.- Y oyó una voz que le dijo: - Insensato, esta misma noche se te va a pedir la vida, lo que has almacenado, ¿para quién va a ser? Así le ocurrirá al que es rico para sí, pero no para Dios, dijo Jesucristo.

Si lloras por haber perdido el Sol, las lágrimas te impedirán ver las Estrellas (Rabindranath Tagore).

No dejes de ver este vídeo, y que cada cual saque sus consecuencias.

viernes, 28 de octubre de 2011

ctualizado 28 octubre 2011
¿En qué hemos fallado?


Nos quejamos de muchas cosas, y a todas horas. Nos lamentamos de las barbaridades que se cometen, de la marcha sonámbula de la juventud, del anquilosamiento de la facultad de pensar, de la frivolidad en los grandes planteamientos de la vida, del vacío casi absoluto de ideales nobles, de la desorientación enfermiza de nuestra sociedad sin alma... Decimos que nos preocupa el futuro, pero no lo preparamos. Estamos enjugascados con un presente sin horizontes lejanos. Si escarbas un poco en la mente de muchos jóvenes solo encuentras basura, fútbol, alcohol, droga, sexo... y un aburrimiento que desespera al mas espabilado. Muchos llegan a plantearse si de verdad merece la pena vivir. Los suicidios juveniles aumentan en el llamado primer mundo.




Nos puede parecer un diagnóstico muy pesimista, pero sin duda es real, aunque afortunadamente haya de todo. Y ante esta situación debemos preguntarnos todos: ¿En qué hemos fallado? ¿Cuales han sido nuestro planteamientos a la hora de educar, de orientar, de enseñar, de tratar a los jóvenes? "Por sus frutos los conoceréis" dijo Jesucristo. Pero conoceremos a los que sembraron la semilla y trataron despiadamente a ese árbol que hoy está dando fruta podrida.

Sin duda hemos errado en muchos planteamientos. Pusimos todo el corazón, y toda la vida, en amasar una fortuna -se pretendía ser rico pronto-, y el saco lo ha roto la avaricia y la miseria moral que se ha derrochado a manos llenas.

Algo hemos hecho mal, muy mal. Y nos debe doler y aprender la lección. Os invito a ver este vídeo perfectamente escenificado por el célebre humorista Mota, y que refleja con exactitud la estrechez mental de muchos padres y educadores. Es corto, pero dice mucho. Una vez visto que cada uno saque sus conclusiones.

Pincha aquí:

jueves, 27 de octubre de 2011

JUAN PABLO II, MAESTRO DE LA MISERICORDIA DIVINA

PLAN CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA: ASALTO A LA EUCARISTÍA

Actualizado 26 octubre 2011
Masterplan: ¡Asalto a la Eucaristía!


¡Asalto a la Misa!


La Santa Misa tenía que ser objeto del Masterplan. No trata de desplazarla de una vez, porque eso sería imposible; pero tiene un plan de ataque especialísimo. Que sintetizamos en los puntos siguientes:

1. La Misa es un banquete.

Todo plan consiste en quitarle el sentido “sagrado” de ser la renovación incruenta del Sacrificio de la Cruz, y quedarla reducida nada más que a un banquete de confraternidad. El Masterplan dice: los cristianos dicen que la Misa es banquete pues, insistimos en eso, en que sólo eso, en banquete de hermanos. Para ello propone muchos detalles. Cada uno de ellos parece que no le quita nada a la Misa, dice el Masterplan, pero todos en conjunto la convertirán en banquete de “hermanos”, y cuando el Sacrificio del Calvario desaparezca de la Sta. Misa, la hermandad desaparecerá, como se derrumbaría un mástil al que se le quita el cimiento. Lo primero, cosas sencillas, y que son razonables: que se diga en el idioma de cada uno, para así entenderse mejor en el banquete. Con ello dice el Masterplan , se consigue quitar un poco el misterio sagrado de la Misa.




2. La Misa sin Crucifijo ni reliquias…

Un pre-requisito esencial para decir la Sta. Misa es que el sacerdote tenga un Crucifijo. Pero ahora resulta que al mirar el sacerdote al público, el Crucifijo mira al sacerdote si está colocado en el altar, pero da la espalda a los cristianos. Así que se terminará por quitar el Crucifijo del Altar. En el Altar siempre había reliquias de un Santo. Ahora no se necesitan; sólo una simple mesa de madera, ¡o de lo que sea! porque es un banquete. El caso es quitar de la Sta. Misa todo lo que suena a “sagrado”.

3. La Misa sin genuflexión…

Insistir en la naturalidad, dice el Masterplan. Que cada sacerdote use la palabra que mejor le salga, y los movimientos que más le agraden con tal de que haga genuflexiones en la Consagración, todo lo demás sobra, que lo haga a su modo.

4. Una Misa más protestante que católica.

Que se lean lecturas, así se parecerán más a los servicios de los protestantes, dice el Masterplan; el caso es que el Sacrificio del Calvario quede reducido a lo menos posible, que no sea lo central. Que se digan muchos sermones, que se cante mucho, que se saluden los hermanos, que se pida perdón… insistir en todo lo que los pueda olvidar un poco de Dios, de adorar a Dios… ¡Que adoren a hombre! Como ven, el Masterplan es exquisitamente diabólico, porque se basa en cosas buenas, pero su objetivo es quitar la adoración a Dios, que se olvide el Sacrificio de Cristo…y derrumbados los cimientos…el mástil de la “hermandad se derrumbará”.



5. ¡El Sagrario… fuera del Centro!

El Sagrario es un problema ahora, porque al mirar el sacerdote al público le está dando la espalda al Sagrario. Por lo tanto será mejor quitar el Sagrario del Centro de la Iglesia, ponerlo a un lado, y así el sacerdote no le dará la espalda durante la Misa. Con eso, dice el Masterplan, quitaremos los Sagrarios del Centro de la Iglesia. ¡Esto será un gran paso…! Poco a poco insistir en lo del banquete. Sugerir que se pongan mesas en las Iglesias, para que los cristianos se junten como en mesas de comer, lo mismo que Cristo y los Apóstoles se sentaron en una mesa. Esto será el punto final, dice el Masterplan, y así Cristo estará fuera, serán sólo los “hermanos” sentados en confraternidad.

El sacerdote se sentará en una mesa, como otro hermano. Será en definitiva reunión de hermanos, pero no adoración a Dios, no acción de gracias a Dios. Se conseguirá un banquete de “hermanos”, pero se olvidarán del Sacrificio de Cristo. Se usará pan corriente, el que sobre se tirará a la basura como otro pan cualquiera, ¡o que se dé a los perros!, dice irónicamente el Masterplan. Insistir en el amor a los “hermanos” protestantes, dice el Masterplan.

Que la Misa se parezca lo más posible a los servicios de los protestantes, para así atraer mejor a los “hermanos” protestantes a la Iglesia Católica. ¡Qué sutil y qué ironía más fina la del Masterplan! ¡Alerta, amigo, sacerdote, alerta!

6. Cambiar el Sentido de la Eucaristía.

¡La Comunión de pie o en la mano! Todo propósito del Masterplan es quitar en los hombres el amor a Dios, porque, razona, al final si no ama a Dios nadie va amar al prójimo; el amor al prójimo no puede existir sin una razón, el amor al prójimo es un imposible sin el amor a Dios. La Eucaristía es lo central en el catolicismo, dice el Masterplan, porque, ¡nada menos! que Cristo Dios hecho Pan por amor a los hombres. No se puede quitar de una vez, porque ningún católico lo aceptaría; pero propone un plan de ataque que es exquisitamente diabólico: lo primero, quitar lo más posible todo aspecto sagrado de la Eucaristía; que la gente no se arrodille para recibir la Comunión, por ejemplo, insistiendo en que es una comida y hay que hacerla de forma natural. Coger la Comunión con la mano ayudaría a quitarle también ese sentido misterioso, divino, sagrado… es una comida… sólo a los niños le ponen la comida en la boca… y que se use pan corriente, sin misterios, que nada suene a sagrado, sino natural, que se coma, que se mastique… que se haga como en la Ultima Cena de Cristo. Esta primera parte está tan bien planeada que conviene a cualquiera: insistir en que se haga como lo hizo Cristo… hacerlo natural… al más bueno convence… pero el fin es tratar de quitarle el sentido sagrado, misterioso, ¡quitarle importancia a la Eucaristía!



Lo más importante del Masterplan, y es el segundo punto, es conseguir que Cristo-Dios no sea el centro de la Eucaristía, sino insistir en que la Eucaristía es una cena de confraternidad, en un banquete de comunión de los cristianos, donde se reúnen para amarse. Esta segunda parte es lo esencial, insiste reiteradamente el Masterplan, e indica que es fácil de conseguir: insistir en el elemento de hermandad, de comunión, de reunión de hermanos… y continúa con ironía diciendo: ¡Dejad que los “hermanos” se reúnan y se “amen”; en cuanto les falte lo sagrado, esos “hermanos” van a terminar discutiendo, y van a terminar por pelearse “fraternalmente”.



7. Eliminar Exposiciones del Santísimo

Para conseguir esto esencial el Masterplan propone muchas ideas, además de las ya expuestas: propone que se eliminen las exposiciones del Santísimo porque ahí no hay “banquete” de “hermanos”. Propone que se hagan las Misas y las Comuniones en las casas privadas, porque así se quita ese sentido “sagrado” de la Iglesia, a la Eucaristía; no es que se quite de una vez, dice el Masterplan, pero todo eso ayuda a ir quitando el sabor “sagrado” de la Eucaristía, y convertirlo en sólo sabor de reunión de confraternidad. Propone el Masterplan que se acabe con eso de recibir la Comunión fuera de la Misa, insistiendo en que ahí no hay comida de confraternidad. Querido amigo, si todo esto se parece a lo que está pasando en tu ambiente, no creas que es pura casualidad. El Masterplan ofrece otros mil detalles que parecen “sin importancia”, pero, razona el Masterplan, ayudarán a quitarle el sentido “sagrado” de la Eucaristía.

Así, propone que no se use Patena para distribuir la Comunión porque, explica hay que decir que si se caen partículas de la Hostia, no importa, Dios está en todas partes, al fin y al cabo. Propone que se trabaje en que los fieles lleven Hostias a sus casas, para tenerlas en cuadros, o que el padre de familia las distribuya después de las comidas. Como se puede ver, el Masterplan es exquisitamente diabólico, ofrece cosas que parecen razonables, pero que en definitiva no son más que grandes mentiras disfrazadas de piel de verdad.

8. ¡Fuera la Virgen y los Santos!

Esto estaba en los primeros pasos del Masterplan: insistir en que sólo se debe adorar a Dios, no a la Virgen ni a los Santos. El Masterplan es muy sutil en esto. Dice que los católicos entendidos saben muy bien que la Iglesia Católica sólo adora a Dios, y que a los Santos los venera como amigos de Dios, no los adora. Pero que será muy fácil meter a la gente sencilla la idea de que la Iglesia Católica adora a los Santos, ya que los tienen los Altares y que eso está muy mal; que sólo se debe adorar a Dios. En cuanto a los Santos el Masterplan ya ha tenido éxito en muchos sitios. En la mayor parte de las Iglesias de España ya no hay santos en los altares; en cada sitio dan una razón distinta, pero el hecho es que los santos han desaparecido de muchas Iglesias. En cuanto a la Virgen Santísima… ¡eso está siendo un “hueso” para el Masterplan! Tenía mil argumentos para destronarla en el Concilio Ecuménico… pero le salieron mal las cosas. Tenía razones: para acercar más a los “hermanos” protestantes no insistir en la grandeza de la Virgen, no insistir en que es Madre de Dios; basta con adorar a Cristo, lo demás no es necesario…

Iban las cosas bien en el Concilio para el Masterplan; parecía que por primera vez en la historia de la Iglesia, la Stma. Virgen iba a ser destronada de su lugar privilegiado en la liturgia y en la cristiandad… pero vino el Papa Paulo VI ¡en persona! y la nombró “Madre de la Iglesia”… y el Concilio entero respondió ensalzándola de nuevo como la Madre de Dios, reiterando su inquebrantable veneración a tan grandiosa belleza, reafirmando todos los grandes títulos de Madre, de Reina… y añadiendo los de “Nuestra Abogada”… “Nuestra Auxiliadora”… “Nuestro Socorro”, y termina recomendándonos a María “para que apoyados en su maternal protección, nos unamos más a Jesús”… Y nos recuerda que la Virgen fue Asunta al Cielo en cuerpo y alma, y con su múltiple intercesión, continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna, y continuará hasta la consumación de todos los siglos.




Como lo del Concilio le salió mal a este respecto el Masterplan sigue trabajando en el asunto, pero ahora es tratando de cambiar el sentido de ciertas frases de la Sagrada Biblia. Está tratando de publicar Biblias en que se altere el capitulo 1º de San Lucas. ¡No se ría, querido lector! Ya ha salido una Biblia católica que omite la frase dirigida a María como la “llena de gracia”, y esta Biblia está recomendada, y tiene el “Nihil obstat”, del Cardenal Patrick O´Boyle, Arzobispo de Washington, editadaen1970. El Masterplan dice, ¡y con razón!, que el capítulo 1º de San Lucas dice muchas cosas buenas de la Virgen. Dice, en concreto, cuatro cosas que hay que alterar de alguna forma: dice que es “Madre de Dios”, dice que la Virgen es “Llena de gracia”, dice que es “la bienaventurada entre todas las mujeres,” y dice finalmente que “me llamarán bienaventurada todas las generaciones”. Así es que esto hay que alterarlo en las Biblias; y también hay que alterar lo que dice San Mateo cuando afirma que María fue Virgen y Madre a la vez, como lo había predicho siglos antes el Profeta Isaías. ¡Ya hay Biblias que alteran algunas de estas frases, entre ellas una católica! Así es que ¡alerta! amigo. El Masterplan dice que es esencial destronar a la Virgen para destruir la Iglesia. Así sugiere que se le quite el nombre de Madre de Dios, y se le llame sólo “mujer,” que es como Cristo la llamó en la cruz. Sugiere que se diga a todos vientos lo de “hermanos de Cristo” y de que la Virgen tuvo más hijos, quitándole así el titulo de Virgen también.


Dice que esto será fácil de meter entre la gente sencilla, sin cultura. Sugiere que no se recen rosarios, porque eso aleja a los “hermanos” protestantes. Que no se hagan novenas a la Virgen, porque eso es de “beatos”. Pero la Virgen les ha salido un “hueso” duro de roer a los planeadores del Masterplan. En el corazón de los católicos sigue siendo la “llena de gracia”, la “bendita entre todas las mujeres”, la “Madre de Dios y Madre Nuestra”. Nada se puede decir más a una que lo que dice la Biblia de María; no hay palabras en el vocabulario humano para decir más de un ser… y tampoco hay más títulos que pueda inventar la Iglesia para dárselos a María: la “Reina de todos los Santos”, la “Reina de las Vírgenes”, la Reina de los Mártires”, la “Reina del Cielo” la “Madre del Creador”, la “Puerta del Cielo”, la “Virgen Poderosa”, la “Sede de la Sabiduría”, la “Rosa Mística”, la “Torre de David”, la “Casa de Oro”, el “Refugio de los Pecadores”, el “Consuelo de los Afligidos”, “Nuestra Abogada, Nuestra Medianera, Nuestra Auxiliadora”, la “Inmaculada Concepción”, la “Madre de la Iglesia”… no existe palabra ni títulos que la Biblia ni la Iglesia puedan idear para decir más de una persona. La Stma. Virgen sigue estando, gracias a Dios, en el corazón de todo buen cristiano, y sigue siendo el baluarte firme contra las asechanzas del enemigo.

9: Los Ejecutores del Masterplan…

El Masterplan es diabólico. Los ejecutores del Masterplan serían los reales católicos que se dejan engañar. Los buenos Obispos y los buenos sacerdotes y las buenas monjas de verdad que se dejan engañar por el “slogan” de “amor al prójimo”. Tú y yo, querido amigo católico, somos los que quiere usar el Masterplan para llevar a cabo sus objetivos. A ti y a mí nos quieren embaucar con medias verdades que son las peores mentiras, para que implantemos en el mundo amor al prójimo, sin el amor a Dios. A ti y a mí nos quieren usar para suplantar a Dios por el hombre; para que adore al hombre y se olvide a Dios; para que se ame a la mujer y se olvide a la Virgen. Todo con la esperanza de que, faltando el amor a Dios, se destruirá el amor al prójimo y se hundirá la Iglesia de Cristo.

Te dirán que se puede ser Masón y Católico a la vez; ¡mentira, no les hagas caso! Te dirán que se puede ser Católico y a la vez espiritista; ¡mentira, te están engañando! Yo conozco a muchos que ya se han dejado engañar en esto. Te dirán que Cristo es bueno, pero que los sacerdotes y la Iglesia no los son; ¡mentira disfrazada! ¡Es una media verdad…que es la mentira más mala! Ya nos previno Cristo que los hijos de las tinieblas son más audaces que los hijos de la luz. En ocasión muchos hijos de la luz se han dejado engañar por los hijos de las tinieblas. ¡Alerta, amigo, no te dejes tú engañar! Pero Cristo también nos dijo que estaría con su Iglesia hasta la consumación de los siglos, y que las puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella… y que el cielo y la tierra pasarán, pero “Mis palabras no pasarán.”

Fuente: bibliaytradicion.wordpress.com/miscelaneo/francmasoneria/el-plan-maestro-para-destruir-a-la-iglesia/

ROSTRO DE JESUCRISTO MISERICORDIOSO

domingo, 23 de octubre de 2011

ALGUNAS IMAGENES DEL CONGRESO MUNDIAL DE LA DIVINA MISERICORDIA CELEBRADO EN CRACOVIA DEL 1 AL 5 DE OCTUBRE DE 2011

Ofrezco algunas de la fotos que tuve la oportunidad de tomar durante el Congreso. Las imágenes no pueden reflejar el magnífico ambiente que allí se respiraba, pero al menos nosofrecen una día de lo importante que fue. Las fechas que aparecen en las fotos no tienen nada que ver, es un fallo de configuración de la cámara. Fueron hechas entre el 1 y el 5 de Octubre de 2011.


Capilla de la Congregación de HH. de María Madre de Misericordia

Reliquia de Santa Faustina

Altar Mayor del Santuario

Con jóvenes polacos vestidos con trajes típicos

Capilla de la Adoración

Momento de una de las Celebraciones de la Santa Misa


Convento de la Monjas en donde vivió y murió Santa Faustina

El Cardenal Shombort
Pueblo de Juan Pablo II


Reliquia de sangre de Juan Pablo II

En el campo de concentración de auschwitz-birkenau


Actualizado 22 octubre 2011
Plan Maestro para destruir la Iglesia Católica



En el año 1973 se redactó un plan maestro para intentar destruir a la Iglesia Católica sin persecuciones cruentas, sino minando su espíritu y su doctrina desde dentro. Este plan se ha ido desarrollando paulatinamente, y realmente ha hecho sus efectos. No podrá detruir a la Iglesia porque tiene “buenos cimientos”, el Señor la sostiene, pero sí está logrando que la barca de Pedro sufra los embates de una corriente laicista, de un ateísmo militante, de un neo paganismo muy virulento. Y cuando uno lee despacio este programa diabólico, propiciado por la Masonería, se explica muchas cosas. Daremos a conocer en varios capítulos la urdimbre de este engendro.

Dice el Dr. Jerónimo Domínguez Residente en NE Cork: Alguien dejó olvidado en mi oficina médica un sobre grande, cerrado. Después de dos meses nadie lo reclamó. Lo abrí para averiguar la identidad de su dueño. ¡Lo que encontré fue una gran sorpresa! El Masterplan para destruir la Iglesia. Nadie firmaba, no se daba ninguna dirección, nada más que un plan riguroso para destruir la Iglesia de Cristo. Se dice que hay más de 1300 comunistas que se han hecho sacerdotes católicos para destruir la Iglesia de Cristo por dentro, para horadarla desde sus entrañas. Yo no sé si es cierto, pero lo que sí es cierto es que el “Masterplan” es una obra maestra de increíble audacia que, si llega a funcionar, puede resquebrajar desde sus cimientos a la Iglesia Católica.



Según este Plan la Iglesia debería haber estado “arruinada” para el año 1980. Han paso 30 años y la Iglesia sigue en pié, aunque es verdad que luchando contra viento y marea. Este Dr. se ha animado a publicarlo porque está “seguro que ayudará a abrir los ojos a muchos sacerdotes y buenos cristianos antes de que sea demasiado tarde. ¡Alerta amigo! Alguien trabajará muy contra la Iglesia. ¡Abre tus ojos! No duermas que el diablo está despierto. El “Masterplan” parece algo perfecto”.




Hay un Plan elaborado, lo segundo es cómo llevarlo a cabo paso a paso y lo tercero quién lo va a realizar. Lo iremos exponiendo.

1. Sustituir la Iglesia Católica por la llamada Iglesia Universal.

El Masterplan señala como principio que : de todas las Iglesias que se llaman cristianas, el bloque más firme, el que mantiene a todas, es la Santa Iglesia Católica, una vez que ésta se tambalee, toda la cristiandad caerá por su propio peso. Hay que quitarle el nombre de Santa, porque esto está llamando constantemente la atención sobre Dios, es algo sagrado, y esto sobra. Y para quitarlo es fácil, basta insistir en que una Iglesia Santa ofende a los hermanos protestantes, y por lo tanto, los católicos no deben insistir en eso.



Y así de fácil, cumpliendo este Plan nadie dirá: Una, Santa, etc. Otra palabra que sobra es “Católica,” porque está muy arraigada con la adoración a Dios, a Cristo, y a la veneración de la Virgen, y eso hay que derrumbarlo. Para hacerlo bastaría sustituir “Católico” por “Universal,” al fin y al cabo es lo mismo, parece que dice lo mismo, pero se quita el sabor sagrado de adoración a Dios y a Cristo que lleva el nombre católico. En el tiempo previsto quedaría en todo el mundo así la “Iglesia Universal” con todas las iglesias unidas, donde quedarían incluidos también los judíos, los musulmanes, hindús, etc. El primer mandamiento de esta “Iglesia Universal,” y el único, sería: “amar al prójimo como a ti mismo. Se daría culto así a un Dios llamado Bondad.



Pero un Dios que es tan bueno que no castiga; y como no puede castigar, todo el mundo se olvidará de El muy pronto. Porque el Dios que no infunde respeto, que no se le teme, la gente lo olvida. Pero todo esto, repito, es el fin del plan. El plan debe ser cosa sencilla, quitar cosas “poco importantes”, sembrar una “piedad falsa de compasión” para los no católicos, acercarse a los no católicos, abrir las puertas de la iglesia a los que no lo son, quitar las cosas “sin importancia” que los pueda herir.



2. El Amor, el amor al prójimo… sin amor a Dios



Por supuesto es el fin del Masterplan. Pero muchos años antes hay que empezar con cosas pequeñas, más simples. Es un plan que dura varios años, hay que tener paciencia, constancia y, sobre todo, conseguir la colaboración de los Obispos, los Sacerdotes y los buenos católicos. Siempre en el nombre del “amor”, de la “caridad”. Aunque esta palabra “caridad” también sobra, porque habla del prójimo, pero está ligada también con el amor a Dios, a Cristo, y con el amor a la Virgen y a los Santos. Así es que nada de “caridad”, sólo “amor”. Será muy fácil sustituir una palabra por otra, porque dicen lo mismo, y además, amor es más moderna, más inteligible al pueblo y puede unir más a todos.

Quizás ahora, querido amigo, no se percate de la trascendencia incalculable de este plan. Estoy seguro que según vaya conociendo los detalles se dará cuenta de que es sencillamente diabólico, que conduce a destronar a Cristo y a la destrucción de la Iglesia de Cristo, es definitiva, porque el amor al prójimo no puede existir sin la base esencial del amor a Dios, como muy bien reconoce el Masterplan.




El Masterplan dice que también sobra la palabra “piedad”, que hay que sustituirla por la palabra “comprensión”, que dice lo mismo en relación a los hombres, con los hermanos, pero que no conlleva el significado de unión con Dios, con Cristo, con la Virgen, etc. Será fácil: hay que insistir en que eso de “piedad” suena beato, a gente hipócrita, a gente sin carácter; hay que decir que “piedad” suena a vieja que no tiene nada que hacer y que va a pasar el tiempo en la Iglesia.



La esencia del Masterplan es increíblemente sencilla. Consiste en implantar el amor y adoración al hombre y quitar el amor y adoración a Dios. El Masterplan razona así: una vez que haya desaparecido el amor a Dios, los hombres no se pueden amar, sino se odiarán. Así es que la meta consiste en modificar el primer mandamiento de la Ley de Dios que dice “amar a Dios sobre todas las cosas, con todo tu corazón y con toda el alma y con toda tu mente”. El plan es muy atrayente porque se hace todo en nombre de una gran causa: “del amor al prójimo”. Y con este lema, nada menos que en nombre del “amor” se consigue fácilmente la colaboración sincera de buenos católicos, de Sacerdotes y de Obispos, para tratar de terminar con el amor a Dios, con el amor a la fuente de todo amor. En nombre del amor se trata de conseguir el odio a la esencia del amor a Dios.





3. ¡Fuera Sotanas y Hábitos!



Lo primero del Masterplan es quitar de la gente las cosas externas “sin importancia”. Los primeros años se dedicarán a que las gentes no usen las medallas, ni los escapularios… que los ¡sacerdotes y monjas dejen de usar hábitos! , etc. Todas estas cosas externas “sin importancia”, dice el Masterplan, pero son testimonio de vidas que constantemente mantienen en el ambiente de Dios, de Cristo y de la Virgen… y eso es lo primero que hay que quitar. Hace años el Masterplan planeó quitar estos hábitos porque son testigo de vidas que se dan a Dios. Cada hábito de una monja en la calle era un grito de vida entregada al amor de Dios, era el grito silencioso, pero constante, de que Dios y Cristo existen en el siglo XX-XXI, de millares de personas dispuestas a sacrificar su única vida por amor a Cristo. El Masterplan lo planeó bien y se siente orgulloso de haber usado nada menos que al Concilio Vaticano II para llevarlo a cabo. El plan era empezar a decir que los hábitos son cosas anticuadas; en segundo lugar divulgar la idea de que vestidos de seglares los sacerdotes y monjas se pueden introducir e infiltrar en ambientes que con el hábito eran una barrera que separaba a los “hermanos” protestantes de los católicos.




El Masterplan ha tenido sin duda gran éxito. Ya se ven pocas monjas y sacerdotes en las calles, ni en ninguna parte. Esta es la primera parte del plan. La parte final del plan es conseguir que no existan de verdad. El Masterplan espera que la gente se olvide de la figura del sacerdote y de la monja; al no verlos está seguro que la juventud va a ignorar su existencia y al ignorar su existencia a nadie se le va ocurrir ni pensar en la posibilidad de hacerse sacerdote o consagrarse a Dios.

Sobre el Masterplan se habló bastante hace años. Después ha caído en silencio, pero el programa sigue su desarrollo. No olvidemos “La alianza de las civilizaciones”, y toda la trama que desde la misma ONU y la UNESCO se está fomentando contra la Iglesia Católica. Y en muchos países, entre ellos España, está calando. Es verdad que la Iglesia ha sufrido a lo largo de su historia muchísimas envestidas, casi siempre muy graves, y ha salido adelante. Como ocurre ahora. Pero no está mal conocer el plan del enemigo para no dejarnos engañar. La siembre de cizaña no cesa, por eso no hay que dormirse. Como dice el Cardenal Prefecto de la Congregación el Clero, el peor enemigo de la Iglesia no está fuera, sino las almas tibias, incluidas la de los sacerdotes, que hay dentro.

Seguiremos desgranando este Plan.

jueves, 20 de octubre de 2011

COMUNISTA, ESCRITOR, LEGIONARIO Y DEL OPUS DEI

Actualizado 20 octubre 2011
Comunista, escritor, legionario y del Opus Dei


¿Quién fue CARLOS MARTINEZ MARTINEZ ?
Trasnscribimos aquí, tal cual, la semblanza que sobre su vida aparece en la página W. a él dedicada, cuya dirección indicamos al final. Es realmente una vida de novela, pero con un final feliz, un final junto a Dios.

(*1920 +2000)?

Pretender comprimir en una breve biografía la riqueza que encierra la vida de Carlos, es arriesgarse a omitir aspectos interesantes que requerirían una mención destacada. Pero en su momento -por extenso-, habrá ocasión de relatar con más detalle, lo que ha sido esta persona singular a la que algunos hemos tenido el privilegio de conocer y tratarle de cerca. Nos mueve a ello una cierta obligación de dar a conocer su vida ejemplar.



Siendo su padre andaluz y su madre leonesa, Carlos siempre se consideró -y lo era- muy asturiano, alternando el castellano con el bable, como tantos hacen en Oviedo, ciudad en la que nació el 6 de junio de 1920, en una casa humilde, al pie de la Foncalada. Su padre era zapatero remendón en el portal de un edificio y su madre vendía fruta en un puesto al lado de la fuente o en las romerías populares. Era el último de ocho hermanos.

Fue a la escuela hasta los 9 años, en que hizo la primera comunión en la parroquia de San Juan el Real y ahí, por muchos años, se acabó su vida religiosa. Comenzó entonces a trabajar primero en una pescadería y luego, en lo que podía. Se afilió al partido comunista y vendía "Mundo Obrero".

Con 11 años vio morir a su padre. A los 14 años se produjo la Revolución de Octubre del 34, en la cual participó, y que tan violenta se mostró en Oviedo, con mucha destrucción y muerte. Después estalló la guerra civil. Oviedo quedó en poder de los “nacionales” y sitiada por las tropas del otro bando. En febrero de 1937, Carlos salió con un hermano de Oviedo, para pasarse a la otra zona, mientras otro de sus hermanos quedaba con su madre y familia en Oviedo; este sería ejecutado por no delatarles. Carlos estuvo en Gijón hasta que terminó la contienda en Asturias. Volvieron a Oviedo, donde fueron delatados y detenidos, pasando por varias cárceles, pero se le condonó la pena de muerte que le impusieron, por ser menor de edad (17 años).




Tras unos años, fue amnistiado. Se fue a Madrid con la intención de hacerse escritor, pues siempre tuvo facilidad para ello. Llevó una vida bohemia; tuvo relación con escritores de prestigio, pero terminó pensando que lo mejor era volver a Oviedo. Ante las dificultades políticas, optó por alistarse a la Legión, en donde no se pedían antecedentes. Al licenciarse, se puso a trabajar como pescadero, en el puesto que tenía su hermana en la Plaza de Trascorrales. Este fue su trabajo definitivo; con el tiempo llegó a ser empresario en este sector.

Su inquietud social, le llevó a atender a los gitanos que malvivían en las afueras de la ciudad. También visitaba a los presos políticos internados en la cárcel. Conoció la HOAC a través del dueño de la pescadería para quien trabajaba por entonces. Ahí tenía ocasión de plasmar su solicitud por los necesitados en un ambiente cristiano.

Por la circunstancia de un desengaño amoroso, llegó su conversión, de la mano de la Virgen de la Balesquida. De ahí a la práctica de los sacramentos, a conocer el Opus Dei y solicitar la admisión en él, como miembro Agregado, el 19 de julio de 1954.

Desde entonces hasta el 19 de mayo de 2000, día de su fallecimiento, fue un hijo fiel de San Josemaría. Siempre recordó con emoción las ocasiones en las que tuvo la gracia de Dios de saludarle y escucharle. A raíz del fallecimiento del Fundador del Opus Dei, comenzó a escribir sus recuerdos autobiográficos, movido por el impacto que habían tenido en su vida San Josemaría Escrivá y el Opus Dei. Dejó así unos relatos que tendremos la oportunidad de recordar.


Fuente: www.unagregadodelopusdei.org/

Recomiendo la lectura de su biografía:
CARLOS MARTINEZ, PESCATERO
Editado por "Palabra"

lunes, 17 de octubre de 2011

SER MAS HUMANOS PARA EVANGELIZAR MEJOR

Actualizado 16 octubre 2011


De la Carta Pastoral del Prelado del Opus Dei sobre la Nueva Evangelización

En el aspecto humano, la formación tiende a fortalecer las virtudes y contribuye a la configuración del carácter: el Señor nos quiere muy humanos y muy divinos, con los ojos puestos en Él, que es perfecto Dios y perfecto hombre..

El edificio de la santidad se asienta sobre bases humanas: la gracia presupone la naturaleza. Por eso el Concilio Vaticano II recomienda a los fieles laicos que tengan en sumo aprecio aquellas virtudes «que se refieren a las relaciones sociales, esto es, la honradez, el espíritu de justicia, la sinceridad, los buenos sentimientos, la fortaleza de alma, sin las cuales no puede darse una auténtica vida cristiana».

Una sólida personalidad se construye en la familia, en la escuela, en el lugar de trabajo, en las relaciones de amistad, en las variadas situaciones de la existencia. Se necesita, además, aprender a conducirse con nobleza y rectitud. De este modo, se mejora el carácter como base para fortalecer la fe ante las dificultades internas o externas. No faltan hombres y mujeres que quizá no han tenido ocasión de escuchar la palabra divina o que la han olvidado. Pero sus disposiciones son humanamente sinceras, leales, compasivas, honradas. Y yo me atrevo a afirmar que quien reúne esas condiciones está a punto de ser generoso con Dios, porque las virtudes humanas componen el fundamento de las sobrenaturales.




Actualmente se hace más necesario redescubrir el valor y la necesidad de las virtudes humanas, pues algunos las consideran en oposición a la libertad, a la espontaneidad, a lo que piensan equivocadamente que es "auténtico" en el hombre. Olvidan, quizá, que esas perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad facilitan actuar bien, con rectitud, y hacen que la convivencia social sea justa, pacífica, amable.

Aunque el ambiente que se respire en algunas partes dificulte captar estos valores, no por eso las virtudes humanas dejan de resultar atractivas. Ante los múltiples reclamos que no llenan el corazón, la persona humana termina por buscar algo que merezca realmente la pena. Por eso, a los cristianos se nos presenta la gran labor de mostrar, primero con el propio ejemplo, la belleza de una vida virtuosa, es decir, plenamente humana, una vida feliz.

En la actualidad se nos muestran especialmente relevantes la templanza y la fortaleza.







Templanza

Templanza es señorío. Señorío que se logra cuando se advierte que no todo lo que experimentamos en el cuerpo y en el alma ha de resolverse a rienda suelta. No todo lo que se puede hacer se debe hacer. Resulta más cómodo dejarse arrastrar por los impulsos que llaman naturales; pero al final de ese camino se encuentra la tristeza, el aislamiento en la propia miseria.

Esta virtud introduce orden y medida en el deseo, dominio firme y moderado de la razón sobre las pasiones. Su ejercicio no se reduce a una pura negación, que sería una caricatura de esta virtud. Tiende a que el bien deleitable y la atracción que suscita se integren armónicamente en la madurez global de la persona, en la salud del alma. La templanza no supone limitación, sino grandeza. Hay mucha más privación en la destemplanza, en la que el corazón abdica de sí mismo, para servir al primero que le presente el pobre sonido de unos cencerros de lata.

La experiencia revela que la intemperancia dificulta el juicio para determinar lo verdaderamente bueno. ¡Qué pena causan aquellos en los que el placer se convierte en el criterio de sus decisiones! La persona destemplada se deja guiar por las múltiples sensaciones que el ambiente le despierta. Y, dejando de lado la verdad de las cosas y buscando la felicidad en experiencias fugaces —que, por ser pasajeras y sensibles, nunca satisfacen del todo, sino que inquietan y desestabilizan—, hacen entrar a la criatura en una espiral auto-destructiva. Por el contrario, la templanza confiere serenidad y reposo; no acalla ni niega los buenos deseos y nobles pasiones, sino que vuelve al hombre dueño de sí.

En este campo adquieren una especial responsabilidad los Supernumerarios, con su empeño en crear hogares cristianos. San Josemaría comentaba que los padres deben enseñar a sus hijos a vivir con sobriedad (...). Es difícil, pero hay que ser valiente: tened valor para educar en la austeridad. El modo más eficaz de transmitir este enfoque, sobre todo a los niños pequeños, es el ejemplo, pues sólo entenderán la belleza de la virtud cuando contemplen cómo renunciáis a un capricho por amor de ellos, o sacrificáis vuestro propio descanso por atenderles, por acompañarles, por cumplir vuestra misión de padres. Ayudadles a administrar lo que usan: les haréis un gran bien. Insisto: si cuidáis la templanza en vuestros hogares, el Señor premiará vuestra abnegación y sacrificio de madres y padres; y surgirán vocaciones de dedicación a Dios en el seno de vuestra propia casa.





Fortaleza

En ocasiones experimentamos dentro de nosotros una cierta resistencia al esfuerzo, a lo que implica trabajo, sacrificio, abnegación. La fortaleza «asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral. La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso de la muerte, y de afrontar las pruebas y las persecuciones».

Luchemos para adquirir hábitos de vencimiento en detalles pequeños: cumplir un horario, cuidar el orden material, no ceder a los caprichos, dominar enfados, acabar tareas, etc. Podremos responder así con más prontitud a las exigencias de nuestra vocación cristiana. Además, la fortaleza nos conducirá a la buena paciencia, a sufrir sin hacerlo pesar a los demás, a sobrellevar las contrariedades que se derivan de nuestras propias limitaciones y defectos, del cansancio, del carácter ajeno, de las injusticias, de la falta de medios. Es fuerte el que persevera en el cumplimiento de lo que entiende que debe hacer, según su conciencia; el que no mide el valor de una tarea exclusivamente por los beneficios que recibe, sino por el servicio que presta a los demás. El fuerte, a veces, sufre, pero resiste; llora quizá, pero se bebe sus lágrimas. Cuando la contradicción arrecia, no se dobla.

Ciertamente, se requiere firmeza para emprender a diario la tarea de la propia santificación y del apostolado en medio del mundo. Surgirán quizá obstáculos, pero la persona movida por la fuerza de Dios —quoniam tu es fortitudo mea (Sal 30 [31] 5), porque Tú eres, Señor, mi fortaleza— no teme actuar, proclamar y defender su fe, también cuando esto suponga ir contracorriente. Volvamos de nuevo los ojos a los primeros cristianos: ellos encontraron numerosas dificultades, pues la doctrina de Cristo aparecía —entonces como ahora— un signo de contradicción (Lc 2, 34). El mundo de hoy necesita mujeres y hombres que ofrezcan en su conducta cotidiana el testimonio silencioso y heroico de tantos cristianos que viven el Evangelio sin componendas, cumpliendo su deber.

Tono humano

El afán por cultivar las virtudes humanas colaborará a que se respire el bonus odor Christi (cfr. 2 Cor 2, 15), el buen aroma de Cristo. En este contexto, se demuestra especialmente importante el "tono humano", el comportamiento cordial y respetuoso en las relaciones con los demás. Fomentémoslo en el seno de la familia, en el lugar de trabajo, en los momentos dedicados al entretenimiento, al deporte, al descanso, aunque no pocas veces se precise también en eso ir contracorriente. No tengamos miedo si, en ocasiones, nuestra sencilla naturalidad cristiana choca con el ambiente, porque —como nos enseñó san Josemaría— ésa es entonces la naturalidad que el Señor nos pide.

Hoy se alza imperiosa la necesidad de cuidar el tono humano y de promoverlo a nuestro alrededor. Con frecuencia, en la familia y en la sociedad se descuidan esas manifestaciones de delicadeza en la conducta, en aras de una falsa naturalidad. Existen abundantes maneras de contribuir a la formación en este terreno. Lo primero, como siempre, es el ejemplo, aunque resultará también conveniente insistir mediante conversaciones personales y charlas a grupos de personas. El respeto en el trato mutuo se manifiesta en el modo de vestir digno y honesto, en los temas de conversaciones y tertulias, en la promoción de un espíritu de servicio alegre, dentro del hogar, de la escuela, de los lugares de diversión o descanso; en la atención material de los hogares y en el cuidado de las cosas pequeñas.

Particular importancia reviste el interés por adquirir y fomentar un serio nivel cultural, adecuado a las circunstancias de cada uno, en función de los estudios realizados, del ambiente social, de los gustos y aficiones personales. Me limitaré a recordaros que aquí juegan un papel importante las lecturas y el buen aprovechamiento del tiempo dedicado al oportuno descanso.

En los Centros del Opus Dei y en las labores apostólicas alentadas por fieles de la Prelatura, se procura que los jóvenes se acostumbren a pensar en los demás, con generosidad, con afanes de servicio. Animemos positivamente a que se forjen un ideal de vida que no les encierre en límites raquíticos, cómodos o egoístas. Recordemos cómo san Josemaría impulsaba a fomentar en ellas y en ellos todas sus ambiciones nobles, sobrenaturalizándolas.

Si cultivan esas ambiciones nobles, con espíritu de superación y sacrificio, aparecerá más hacedero y sencillo el aprecio de la trascendencia y el relieve sobrenatural de esos esfuerzos; y más fácilmente se ayudará a que avancen en su vida interior y lleguen a ser instrumentos idóneos en las manos de Cristo, en servicio de la Iglesia y de la sociedad.

Muchas chicas y muchos chicos jóvenes —decía Juan Pablo II en una ocasión— «son exigentes en lo que atañe al sentido y al modelo de su vida y desean librarse de la confusión religiosa y moral. Ayudadles en esta empresa. En efecto, las nuevas generaciones están abiertas y son sensibles a los valores religiosos, aunque a veces sea de modo inconsciente. Intuyen que el relativismo religioso y moral no da la felicidad y que la libertad sin la verdad es vana e ilusoria». La criatura que se conforma con horizontes reducidos, muy difícilmente llegará a adquirir una verdadera formación humana y cristiana. No dejemos de alentar a los jóvenes para que sepan enfrentarse con los problemas de este mundo.
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Fuente: www.opusdei.es




sábado, 15 de octubre de 2011

ES URGENTE LA FORMACION DE LOS CRISTIANOS

Actualizado 13 octubre 2011
Es urgente la formación de los cristianos


De la Carta Pastoral del Prelado del Opus Dei

A principio de curso los Prelados, normalmente, publican cartas pastorales ofreciendo un programa a seguir por todos, según las urgencias espirituales y sociales más perentorias. El Prelado del Opus Dei acaba de enviar a los fieles de la Prelatura, y a todos los que se sientan interpelados por estas propuestas, un interesante programa a seguir en el desarrollo de la nueva evangelización. Traemos aquí algunos párrafos de este documento, dejando para siguientes capítulos alguno de los apartados de mayor interés.




1. Desde el mandato apostólico recibido del Señor (cfr. Mt 28, 19-20), la Iglesia no ha cesado de evangelizar. Muchos frutos vinieron en el transcurso de los siglos: por la gracia de Dios, también la Obra y cada uno de sus fieles. Como en otras épocas, también ahora se está desarrollando en muchos ambientes un fuerte proceso de descristianización que lleva consigo pérdidas muy graves para la humanidad. Dios ha enviado siempre a la Iglesia santos que, con su palabra y con su ejemplo, han sabido reconducir las almas a Cristo. Como ha escrito el Papa Benedicto XVI en su encíclica sobre la esperanza, el cristianismo no es solamente una "buena noticia", una comunicación de contenidos, sino una comunicación que comporta hechos y cambia la vida.

Me detengo ahora en algunos aspectos de esa formación para nuestra vida espiritual y para tomar parte en la "nueva evangelización", como la definió el beato Juan Pablo II.

En 1985, el primer sucesor de nuestro Padre nos dirigió una carta pastoral, moviéndonos a participar muy activamente en este apostolado, insistiendo en la necesidad de esmerarnos en la formación personal y en la extensión de esa labor a las almas.

También Benedicto XVI guía ahora a los cristianos por estas mismas sendas. La reciente creación del Pontificio Consejo para la promoción de la nueva evangelización[2] es una muestra de ese interés. Todos nos sentimos interpelados por sus palabras en la reciente Jornada Mundial de la Juventud, cuando animaba a los jóvenes a dar testimonio de la fe en los más diversos ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia. No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios.


FORMACIÓN PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN



Como los primeros cristianos


2. Como la Obra ha venido al mundo precisamente para recordar la llamada universal a la santidad y al apostolado, san Josemaría afirmaba que la manera más fácil de entender el Opus Dei es pensar en la vida de los primeros cristianos. Ellos vivían a fondo su vocación cristiana; buscaban seriamente la perfección a la que estaban llamados por el hecho, sencillo y sublime, del Bautismo. No se distinguían exteriormente de los demás ciudadanos..

En Pentecostés, el Paráclito impulsó a los Apóstoles y a los demás discípulos a evangelizar, reavivando en sus mentes las enseñanzas de Jesucristo. Basta leer los escritos del Nuevo Testamento, para comprobar cómo una de las primeras ocupaciones de los Doce era plantar la semilla de la fe y alimentarla con sus enseñanzas, de palabra y por carta. La paciente labor de formación que el Señor realizó con los Apóstoles durante tres años, prolongada sin pausas por ellos y sus colaboradores, con la asistencia del Espíritu Santo, transformó el mundo antiguo hasta hacerlo cristiano.

Necesidad e importancia de la formación


3. San Josemaría impulsó a todos a adquirir y a mejorar constantemente la propia formación cristiana, presupuesto indispensable para crecer en intimidad con Jesucristo y darle a conocer a otras almas. Discite benefacere (Is 1, 17), aprended a hacer el bien, repetía con palabras del profeta Isaías; porque es inútil que una doctrina sea maravillosa y salvadora, si no hay hombres capacitados que la lleven a la práctica.. Desde sus primeros pasos como sacerdote, dedicó muchas energías a formar doctrinalmente a las personas que se acercaban a su labor pastoral; luego, con el desarrollo del Opus Dei, intensificó esa dedicación y dispuso los medios necesarios para dar continuidad a la tarea formativa; en primer lugar de sus hijos, pero también de las innumerables personas —hombres y mujeres, jóvenes y gente madura, sanos y enfermos—, que se mostraban dispuestos a acoger en sus almas ese mensaje.

El fundador de la Obra... Consideraba cinco aspectos de la formación: humano, espiritual, doctrinal-religioso, apostólico y profesional. Afirmaba que un hombre, una mujer, se va haciendo poco a poco, y nunca llega a hacerse del todo, a realizar en sí mismo toda la perfección humana de que la naturaleza es capaz. En un aspecto determinado, puede incluso llegar a ser el mejor, en relación con todos los demás, y quizá a ser insuperable en esa actividad concreta natural. Sin embargo, como cristiano su crecimiento no tiene límites.

En lo humano, si nos examinamos con sinceridad, descubrimos enseguida que precisamos perfeccionar nuestro carácter, nuestro modo de ser, adquiriendo y mejorando las virtudes humanas que constituyen el soporte de las sobrenaturales. Lo mismo ocurre en la formación espiritual, pues siempre existe la posibilidad de progresar en las virtudes cristianas, especialmente en la caridad, que es la esencia de la perfección.

En el aspecto doctrinal-religioso, también nuestro conocimiento de Dios y de la doctrina revelada puede y debe crecer: para conformar mejor con los misterios de la fe nuestra inteligencia, nuestra voluntad y nuestro corazón, y asimilarlos con mayor profundidad.

El apostolado, a su vez, es un mar sin orillas, y se requiere preparación para anunciar el amor de Cristo en nuevos ambientes y en más países. Éste era el programa de san Josemaría desde los comienzos, como aparece en un autógrafo de los primeros años de la Obra: conocer a Jesucristo. Hacerlo conocer. Llevarlo a todos los sitios. El prestigio profesional viene a ser el anzuelo de pescador de hombres, para extender el reinado de Cristo —presente ya en su Iglesia— en la sociedad.

El panorama es tan vasto que jamás podremos decir: ¡ya estoy formado! Nosotros nunca decimos basta. Nuestra formación no termina nunca: todo lo que habéis recibido hasta ahora —explicaba nuestro Padre— es fundamento para lo que vendrá después.

Fuente: www.opusdei.es/art.php
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CARDENAL SCHÖNBORN

Actualizado 7 octubre 2011
Cardenal Schönborn: "Soy muy Kico"


Mi entrevista con el cardenal Schönborn
El Cardenal de Viena es el Director, la cabeza pensante, de los Congresos de la Divina Misericordia, y del WACOM, que es el organismo que coordina a nivel mundial el Apostolado de la Divina Misericordia, junto con la Congregación de religiosas de María Madre de Misericordia, a la que perteneció Santa Faustina.

El Cardenal Schönborn es un hombre de gran prestigio y personalidad. Es dominico y estudió en la Sorbona de París. Pero tiene la cualidad de ser sencillo y asequible. Todo el mundo el busca para hablar con él y hacerse una fotografía a su lado. En la peregrinación que hicimos al campo de Auschwitz se vino en uno de los trenes junto con el pueblo fiel. Al llegar a la estación de Auschwitz estuvimos un rato esperando a que llegara el segundo tren, y en esta espera tuve la oportunidad de charlar un rato con el Cardenal, que habla un perfecto castellano, así como varios idiomas más.




Cuando le dije que era español elogió mucho a nuestro pueblo, que ha sido capaz de empresas importantes de carácter religioso. Se quedó profundamente admirado de la organización y la celebración de la JMJ. “El pueblo español –me decía- tiene una profundidad religiosa que debe cuidar mucho”. Me comentó la extraordinaria impresión que le hizo contemplar en la JMJ los pasos pasionales llevados a Madrid desde distintos lugares de España. “Especialmente me encantó la Santa Cena (de Murcia), y la Virgen de Andalucía… Las esculturas, y el modo de llevarlas, son impresionantes”. Ponderó mucho la espiritualidad popular de España, Y me dijo: “No deben permitir nunca que decaiga. El pueblo fiel necesita las imágenes, y las celebraciones populares, para expresar y vivir su fe. Habrá que purificar las incorrecciones, pero nunca suprimir lo que nace de la misma fe del pueblo. Cuando yo preparaba la tesis doctoral en la Sorbona –continuó diciéndome-, los curas de Francia suprimieron lo popular a cambio de un pretendido compromiso social. Y de esa manera dieron al traste con la fe de los sencillos. Y eso trajo, junto con otros factores, la laicización del pueblo francés. Solo se ha salvado Lourdes, que es una maravilla”.

Le pregunté sobre las comunidades neocatecumenales, y me dijo con rotundidad: “Yo soy muy Kico. Estoy muy contento con la labor que están haciendo en Austria las Comunidades neocatecumenales. Es realmente esperanzador que en una sociedad en la que no hay niños, estas familias sean todas numerosas… Tienen una gran fuerza. En la JMJ demostraron la fuerza que tienen de convocatoria”. Me habló de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), a la que está invitado a ir, pero todavía no ha podido ser. Me comentó que antes de existir la Universidad estuvo en Murcia para ver la procesión del Viernes Santo y en Lorca para contemplar a los blancos y los azules. “Se pelean un poco, pero creen en el mismo Dios y en la misma Virgen dentro de la Iglesia. Lo demás es anecdótico”.

El Cardenal de Viena es un hombre de esperanza. Le da un aire a Juan Pablo II en sus buenos años. A pesar de los problemas que tiene en su diócesis, confía en la Misericordia Divina, y esto te da cierta paz ante los problemas, o chinitas del camino. Por fin llegó el segundo tren, y en él el resto de la expedición. Le saludo atentamente y comenzamos a caminar hacia nuestra meta: rezar por la paz. Cuando uno mira la vida desde la fe, se despierta en el alma la paz, porque escuchas aquellas palabras de Cristo: “No tengáis miedo, yo he vencido al mundo”

LA LUZ SE ENCENDIO EN POLONIA

Actualizado 5 octubre 2011
La Luz se encendió en Polonia



El 2º Congreso de la Divina Misericordia termina en Cracovia con un recuerdo litúrgico de Santa Faustina en el día de su fiesta. Junto a ella intentamos entender el sentido de nuestra misión y conocer las maneras de realizarla. Una de las características de la espiritualidad de Santa Faustina es la adoración a Dios en la Iglesia. Ella decía que quería ser útil a toda la Iglesia. Apreciaba esta gracia en su vida. Dice en su Diario: “Iglesia de Dios, tú eres la mejor Madre, sólo tú sabes educar y hacer crecer el alma. ¡Cuánto amor y cuanta veneración tengo por la Iglesia, la mejor de las madres!” (Diario, 197).

Junto a la mística de Cracovia es más fácil reconocer y formular el objetivo de nuestra misión. Ella lo veía de una manera simple y al mismo tiempo muy categórica: ¡Cuánto amo a la Iglesia y a todos los que viven en ella… Me inflamo de amor con los que aman, sufro con los que sufren, el dolor me consume mirando a los tibios y a los ingratos. Entonces procuro una amor tan grande hacia Dios que lo compense por aquellos que no lo aman, que corresponden a su Salvador con una ingratitud” (Diario, 481). Este es el ideal que se nos propone al acabar el Congreso: ser fieles a Dios.




La Misa de clausura la ha presidio el Cardenal Schönborn. La homilía la ha predicado el Cardenal Péter Erdó de Hungría, que nos ha hablado de la necesidad de ser misericordiosos. No basta decir que Dios es bueno, también nosotros hemos de vivir la misericordia en todas sus facetas: espirituales y materiales. Esta es la misión del Apóstol de la Divina Misericordia.

Al terminar la celebración hemos hecho la consagración del mundo a la Divina Misericordia, y se ha entregado a los representantes de los cinco continentes la luz simbólica de misericordia para que la lleven por los rincones del mundo. El Cardenal Stanislaw Dziwisz ha pronunciado las últimas palabras de clausura exhortándonos a todos con este encargo: “¡Vayan por todo el mundo, anuncien la Misericordia!





A las tres de la tarde nos hemos dado cita en el Santuario para rezar la Coronilla y trasladar una imagen peregrina del Cristo de la Divina Misericordia a la Capilla en donde reposan los restos de Santa Faustina. He tenido la oportunidad de entrar justamente detrás del Cardenal de Cracovia y rezar muy cerca del sepulcro de la Santa de la Misericordia Divina. He entrado después al convento de las monjas y me han entregado una reliquia auténtica de los restos mortales de Santa Faustina que había solicitado para mi Santuario de la Divina Misericordia de Murcia (España). Y feliz acabo el día con mi tesoro. Por la tarde hemos tenido una reunión de trabajo los responsables de grupos de habla hispana. He podido comprobar que los países de América (Norte y Sur) nos llevan mucha delantera a los españoles en este movimiento espiritual que supone la doctrina teológica y pastoral que Jesucristo reveló a la Santa de Cracovia. Y los países asiáticos, como Filipinas y Corea no andan muy atrás. La vieja Europa tiene mucho que aprender de los países que ella misma evangelizó.

Hoy era día de despedidas. Los polacos nos han acogido como familia. Es un pueblo abierto al Espíritu. Ya dijo Jesucristo a Santa Faustina: “De aquí saltará una chispa que guiará a la Iglesia hasta la última venida”. Y así está ocurriendo. De cada uno depende el dejarse encender por la Luz de Cristo.

Oficialmente el Congreso ha solicitado de Benedicto XVI que Santa Faustina sea proclamada Doctora de la Iglesia.

La despedida ha sido hasta el año 2014 que se celebrará el tercer Congreso. Posiblemente en Colombia.

DESDE WADOWICE, EL PUEBLO DE JUAN PABLO II

Actualizado 4 octubre 2011
Desde Woadowice, pueblo natal de Juan PabloII



Hemos vivido hoy el cuarto día del Congreso de la Divina Misericordia en Cracovia, fiesta de san Francisco de Asís. Ha sido un día dedicado a Juan Pablo II como Apóstol de la Divian Misericordia, y a pedir por la unidad de los cristianos. Estaban con nosotros representantes de iglesias ortodoxas y anglicanas. Tras la conferencia del Cardenal de Varsovia, Kazimierz Nycz, han venido los testimonios de personas que han experimentado la misericordia dkivina y tratan de vivir la misericordia con los demás.

Frederic Buttigier, entrenador olímpico de Francia, nos ha hablado como él intenta entrenar también su espíritu y el de los deportistas que trata. Para él fue una enorme alegría descubrir que Dios le ama.

La Hermana Marie Simone-Pierre, la que fue curada repentinamente de su mal de párkinson por intercesión de Juan Pablo II, nos ha contado todo el proceso de su enfermedad, y como se encomendó ella, junto con su comunidad, vivamente al Papa, y un día vio como desparecían todas sus limitaciones y podía moverse con normalidad. Los médicos certificaron la curación milagrosa, que sirvió como milagro para el proceso de Beatificación de Juan Pablo II. Para ella ha sido un regalo de la Misericordia de Dios. He tenido la oportunidad de felicitarla personalmente en nombre de España.





El P. Joao Henrique, de Brasil, nos ha contado como ellos viven la misericordia con los más pobres de la calle, en especial los drogadictos, los que viven sin esperanza, el desecho de la sociedad. Comparten su situación viviendo con ello, durmiendo con ellos, ayudándoles a descubrir su dignidad de hijos de Dios. Son muchos los jóvenes que recuperan la esperanza, aunque tengan los días contados.

La celebración la ha presidido Mons. Louis Kebreau, Arzobispo de Haití. Ha sido un detalle para con este pueblo pobre que sufrió la tremenda devastación de los terremotos. La Homilía la ha predicado El Arz. de Eslovaquia, Mons. Jan Babjak, que ha hablado de la unidad y la reconciliación de todos los creyentes en Cristo.

Por la tarde todos los congresistas nos hemos trasladado en dos trenes a Wadowice, el pueblo natal de Juan Pablo II. Toda una manifestación de miles de personas. Nos han recibido con la banda local de música. En la plaza de la Iglesia ha tenido lugar una conferencia del Prof. Carl Anderson, Caballero de Colón, que ha hablado del papel de Juan Pablo II en la vida de los laicos. La celebración de la Palabra la ha presidido el cardenal Angelo Comastri venido del Vaticano. Han intervenido representantes de iglesias ortodoxas y evangélicas.





La estancia en Wadowice ha sido agradable. Hacía una tarde veraniega. Uno siente especial emoción al estar en la iglesia donde Juan Pablo II fue bautizado y recibió la primera comunión. O por las calles que él frecuentó en su infancia y juventud. Y uno comprende muchas cosas de él cuando ves a la gente del pueblo orgullosa y sonriente por ser paisanos de un Papa santo. Los niños jugaban en el parte cercano al paseo de la estación, y un grupo de jóvenes hacían deporte en unas instalaciones cercanas al pueblo. Juan Pablo II fue también niño y joven como ellos, aunque las circunstancias que vivió eran distintas. En la confitería de la plaza muchos compraron el dulce de crema pontificio, el mismo que el padre de Karol le compraba cuando venía con buenas notas del colegio.

La banda de música nos ha despedido con el conocido “Tú has venido a la orilla”, español y especialmente querido por el Beato Juan Pablo II.

Nos volvimos a Cracovia en los dos largos trenes que nos habían traído, contentos de haber vivido una jornada entrañable en el querido pueblo de un Papa que amó mucho la vida sencilla y vivió intensamente la misericordia divina.

CAMINO DE AUSCHWITZ

Actualizado 4 octubre 2011
Camino de Auschwitz



En el tercer día del Congreso de la Divina Misericordia en Cracovia hemos tenido dos platos fuertes. En primer lugar el testimonio de varios asistentes que han vivido en su propia persona ls presencia de la Misericordia de Dios. Quisiera destacar lo que nos ha contado un antiguo musulmán de la antigua Yugoslavia. Conducía un vehículo con un acompañante. En una curva del camino el vehículo se salió de la calzada. El acompañante que no llevaba cinturón de seguridad salió despedido, pero él se precipitó con el coche en cortado de trescientos metros. Antes de llegar al fondo del precipicio notó que alguien lo cogía en sus brazos, y no se hizo nada. I no solo eso, sino que terminó la sorprendente aventura hablando un idioma que él nunca había conocido, el polaco.





Supo después que quien le había cogido en sus brazos era Jesucristo, al que él n o conocía porque era musulmán. Esto le llevó a interesarte por el cristianismo, y comenzar la preparación de su conversión. Como ya sabía polaco por la gracia de Dios se vino a Polonia, y aquí llevó cabo su ingreso en la Iglesia católica. Su familia, toda ella musulmana, le hizo la guerra, pero el siguió en el nuevo camino que había emprendido. Su esposa no quería que los hijos se bautizaran, pero él llegó a convencerla y se llevó a cabo su deseo. Comprendió entonces que Dios es misericordioso, y que lo había tratado como no se merecía. Y hoy, en el Santuario de la Divina Misericordia daba gracias a Dios de todo corazón.

Otro testimonio fue el de un sacerdote anglicano. Compró en una librería de libros usados el “Diario de Santa Faustina”. Pensó que no lo leería nunca por tratarse de una monja católica. Empezó a leerlo y entró de lleno en la grandeza de la Misericordia de Dios. Está tan deseoso de dar a conocer esta Verdad evangélica entre los suyos, que no ha querido pasarse a la Iglesia Católica para poder seguir difundiendo la Divina Misericordia entre sus hermanos los anglicanos.

Otro testimonio lo ha dado una mujer africana, que durante muchos años odió a una prima suya porque era la amante de su marido y, casi seguro, la que provocó su muerte. Como no podía perdonarla cuando rezaba el padrenuestro cambiaba las palabras para no decir “como nosotros perdonamos”. Cuando descubrió la grandeza de la Misericordia de Dios, fue un día a casa de su prima, se puso de rodillas ante ella, y le pidió perdón por no haber querido perdonarla, y le perdonó todo el mal que había hecho.





Por la tarde hemos vivido la Oración por la Paz en una peregrinación al Campo de Concentración de Auschwitz. Ha sido impresionante. Varios kilómetros de camino orando en silencio. Al llegar al Campo, y con la impresión de los horrores que se vivieron entre aquellos barracones, seguimos los tres mil peregrinos rezando a Dios por el bien de la humanidad. Ya en el monumento a los muertos en aquel lugar, hemos celebrado una liturgia de la Palabra de Dios, en la que han intervenido representantes de varios países, algunos cardenales y un excelente coro y orquesta. El sol se escondía entre los sauces. El Campo estaba en un impresionante silencio. Uno parecía escuchar el lamento de tanta gente eliminada allí, y en cualquier parte del mundo, por la dictadura de ideologías inhumanas. Ya acaso oscureciendo hemos emprendido el camino de vuelta con la impresión de que Dios tendrá misericordia de la humanidad que sufre hoy día de mano de los enemigos del hombre. Los nuevos campos de exterminio son las clínicas abortivas, y las guerras que no cesan de matar a seres humanos por pura ambición de poder. Que Dios tenga misericordia de nosotros.

El martes lo dedicamos a la oración por la Paz, visitando Wadowice, la tierra natal del Beato Juan Pablo II, y pidiendo su intercesión por aquello que tanto luchó: la paz entre los hombres del mundo entero.

domingo, 2 de octubre de 2011

Desde Cracovia

Tal y como anuncié en mi Blog, me encuentro en Cracovia, en el Santuario de la Divina Misericordia de Lagiewniki, particioando en el 2º Congreso Mundial de la Divina Misericordia. El ambiente no puede ser mejor. Nos hemos dado cita aquí 50 cardenales y obispos, varios cientos de sacerdotes de todo el mundo, miles de fieles de todas las razas y lenguas. Nos convocó el Cardenal Arzobispo de Cracovia Estanislao Dziwisz, el que fuera durante tanto tiempo secretario particular del Papa Juan Pablo II.

El marco del Santuario Mundial impresionante. Presidido por el célebre cuadro de Jesús de la Divina Misericordia, y arropado por dos grandes cuadros de Juan Pablo II y Santa Faustina. Al pié del cuadro de Juan Pablo II se encuentra una de las reliquias del Papa, una ampolla con sangre suya. La liturgia muy bien cuidada y autentico ambiente de piedad en torno a la Eucaristía.



Comenzamos con una intervención del Sr. Cardenal en la que nos dio a todos la bienvenida y recordó con emoción al Papa polaco, con el que tantos años convivió, y que fue el impulsor de lo que Cristo revelara a la religiosa polaca Santa Faustina. El día del comienzo celebramos la fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús. La primera conferencia estuvo a cargo del cardenal Christoph Schömborn, que exaltó la figura de la santa carmelitana como tercera testigo de la Misericordia Divina. Ella nos habló extensamente en sus escritos sobre el amor de Dios que había descubierto en el mismo centro de la Iglesia. Y allí, en el corazón, quiso ella estar, ofreciendo el dulce martirio de presentar diariamente al Señor el amor de toda la humanidad.





Ya en la Eucaristía de la tarde la homilía estuvo a cargo del Cardenal de Hong Kong, que expuso la cruda realidad del problema que los católicos están viviendo en China. Una dureza enorme a la hora de vivir la fe públicamente. Les está todo prohibido, incluso enseñar religión en los propios colegios de la Iglesia en Hong Kong. Ante la impotencia para defenderse de la dictadura comunista en China, el Sr. Cardenal sentía más que nunca la necesidad de acogerse a la Misericordia de Dios. Y pedía oraciones por ellos. Los centros de estudios de filosofía y teología, los que podemos llamar seminarios, están llenos. Las conversiones van en aumento. Pero hay que ser héroes para vivir la fe cuando te sientes perseguido y acosado en cada momento. Por este gran testimonio de confianza en la Divina misericordia ya habría valido la pena el Congreso.

El primer día lo terminamos con un gran concierto a cargo de la Orquesta filarmónica de Cracovia que interpretó el Oratorio de Jesús de F. Liszt.

Este domingo hemos tenido la solemne celebración de la Eucaristía presidida por el Sr. Cardenal, y que ha terminado conectando con el Vaticano desde donde Benedicto XVI nos ha enviado un mensaje especial a todos los congresistas. Esta tarde tenemos oración en parroquias de Cracovia por grupos de idiomas, y a las seis un espectáculo de luz y sonido sobre los misterios del Rosario en la plaza Mayor de la capital.

Es realmente gozoso encontrarte con grupos de los lugares más pintorescos. Muchos africanos. De Filipinas ha venido un grupo de 250 con sus sacerdotes y obispo. Muchos de Hispanoamérica, y de otras regiones alejadas de Asia. Y comprendemos una vez más que la Divina Misericordia no es simplemente la devoción a un cuadro, sino la vivencia de los más esencial del Evangelio: Dios es Amor, y toda la Religión cristiana se centra, se debe centrar, en el amor a Dios y al prójimo. La Eucaristía es el sacramento del Amor de Dios, y la Confesión es el encuentro del pecador con Dios Amor que perdona. Todo el Evangelio está empapado de esta realidad gozosa: Dios me ama, y yo debo corresponderle con mi amor a Él y al Prójimo.


Como anécdota personal manifiesto mi alegría cuando, comiendo con un grupo de Méjico, me dice una señora sin conocerme: “Yo solo conozco de España por Internet el Santuario de la Divina Misericordia de Murcia”. Me he sorprendido, y cuando le he dicho que yo era el Párroco de ese santuario se he llenado de especial alegría, y me ha prometido ir desde su país a conocerlo directamente y rezar en él. Dios tiene esos detalles con nosotros. No cuesta tanto ser felices.

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