HOJA PARROQUIAL DE LOS RECTORES
2º
Domingo ordinario. Ciclo b
Escritura: 1 Samuel 3, 3-10.19; 1 Corintios
6,13-15.17-20;
Juan 1, 35-42 |
EVANGELIO
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: Este es el Cordero de Dios". Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: "¿Qué buscáis"?. Ellos le contestaron: "Rabí (que significa Maestro): ¿dónde vives?". El les dijo: "Venid y lo veréis". Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)". Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón el hijo de Juan, tú te llamarás Cefas (que significa Pedro)".
COMENTARIO
Una señora decía tener un problema de audición y cada vez que se reunía con sus amigas tenía que preguntarles de qué hablaban. Un día decidió ir al especialista del oído para hacerse un examen. El doctor le dijo que tenía los medios más modernos pero que iba a usar el medio tradicional. Sacó su reloj del bolsillo y le preguntó si podía oír el tictac del reloj.
Por
supuesto, lo oigo muy bien, le contestó.
El doctor
se alejó unos siete metros y, de nuevo, le preguntó si seguía oyendo el tictac.
Sí
todavía lo puedo oír, contestó.
El doctor
salió del despacho y le preguntó: ¿y ahora oye el tictac?
Sí,
lejano, pero lo oigo.
El doctor
se sentó frente a la señora y le dijo: Su problema no es de audición. Su
problema es de escucha. Usted no sabe escuchar.
Dios no
te deja mensajes en la grabadora ni te envías faxes ni emails ni sabe el número
de tu celular pero Dios sabe tu nombre y te llama por tu nombre. Te dijo un día
en tu bautismo: Ricardo, tú eres mi hijo, yo te quiero. Y te lo sigue diciendo
también hoy.
Ya sé lo
que estás pensando. Yo sí que conozco el canto del grillo y distingo , y
distingo el acento aragonés del castellano y reconocería su voz entre miles de
voces pero la voz de Dios, eso sí que no. Nunca hemos cruzado palabra.
Dios no
habla como yo, pero habla. Dios no llama a la puerta de los apartamentos
como yo, pero llama a la puerta de tu corazón.
Y es
que Dios no está en la superficie de las cosas, de las palabras o de las
miradas, Dios está en la profundidad de tu vida y de tu ser. Ahí has de
encontrar su voz, su llamada y su amor. En la profundidad.
Samuel
creció y el Señor estaba con él. Y todo lo que el Señor le decía se
cumplía:"
Primera
Consigna. Deja hablar a Dios. Dios sí habla y Todo habla de Dios. No ahogues
ni apagues la voz de Dios
con tus excusas, con tus mentiras, con tus discursos, con tus pecados.
¿Verdad
que a veces hablamos y hablamos para impedir que el otro hable? No nos interesa
escuchar su versión. Muchas veces nosotros le tapamos a Dios la boca con
nuestra palabrería, con nuestro cumplimiento externo, con nuestras oraciones y
rutinas religiosas.
No le
tapes la boca a Dios. Déjale hablar.
ESTA SEMANA
SEMINARIO DE VIDA EN
LA MISERICORDIA
Comenzamos el próximo miercoles día 21 a las 8 de la tarde
Un medio práctico para
profundizar en el espíritu de la Divina Misericordia, y tomarse en serio
nuestra condición de apóstoles de la Misericordia de Dios
Estás
invitado
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