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martes, 31 de marzo de 2009

PARA VER A JESUS


Un secreto: Para ver a Jesús, basta el amor
30.03.09 | 10:16. Archivado en Santiago Agrelo

Quisiéramos ver a Jesús: Los griegos de los que habla el evangelio dijeron al apóstol Felipe: “Quisiéramos ver a Jesús”. Y nosotros podemos entender que deseaban encontrarse con Jesús, hablar con él, tal vez creer en él, servirle, seguirle. Que sería algo así como desear ver lo que no está a la vista, lo que pertenece al misterio.Por eso, el evangelista, en vez de informar sobre un eventual encuentro de Jesús con aquellos griegos, pone delante de ellos y de nosotros el misterio que andan buscando: lo que de Jesús todavía no se puede ver.

Para que alguien pueda ver a Jesús, será necesario que el Hijo del hombre haya vivido entera la hora de su glorificación: caer en tierra, morir, dar fruto…

Entonces, sólo entonces, se hará posible verle: “Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere da mucho fruto”. Aquí se habla morir y fructificar, morir uno y nacer muchos, y ya nos damos cuenta de que se puede ver a Jesús y no nacer de Jesús, se puede ver a Jesús sin encontrarse con Jesús, se puede ver a Jesús sin creer en Jesús; nos damos cuenta de que nuestra petición hoy, como la de aquellos griegos ayer, no es simplemente ver a Jesús, sino creer en él, encontrarle a él, ¡nacer de él!

¡No basta con ver para ver! A Jesús lo vieron escribas y fariseos, y lo persiguieron; lo vio el sanedrín, y lo declaró reo de muerte; lo vio Herodes, y se burló de él; lo vio Pilato, y lo condenó.

¡Hace falta nacer! Trigo que nace de trigo; cristos que nacen de Cristo. ¡Sólo si naces, has visto! Esto es lo que pertenece al misterio.

Ahora considera lo que vives en el sacramento de la Eucaristía. En él haces memoria de la entrega de Cristo: “Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre”. En él haces memoria del sacrificio de Cristo, del grano de trigo que, caído en tierra, muere y da fruto. Tú, asamblea santa, eres el fruto de Cristo, tú has salido de Cristo, tú eres atraída por Cristo, tú vuelves a Cristo: muchos son los que han nacido de uno, y todos volvemos, por la comunión, a ser uno en aquel de quien hemos nacido.

Un sueño: Un solo rebaño y un solo pastor, los que ya creen y los que todavía no han visto al Señor, los que han oído su nombre y los que lo aman sin conocerlo. Que todos, Señor, volvamos a sentirnos carne de tu carne, ¡todos!

Una sorpresa: Alguien me dijo que el leproso que había visto, acudido y besado aquella mañana en las afueras de la ciudad, eras tú. Entonces descubrí otro modo de verte, de encontrarte, de comulgar contigo: Ver a los pobres, encontrarlos, comulgar con ellos, hacerme uno con ellos.

Un secreto: Para ver a Jesús, basta el amor.

Feliz domingo.

Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger

sábado, 28 de marzo de 2009

DOMINGO 5º DE CUARESMA


Si el grano de trigo muere, da fruto

Nos estamos acercando rápidamente a la Semana Santa. Al fondo, y muy cercana contemplamos la Pasión y la Cruz, la Muerte y la Resurrección. Vamos a vivir pronto la Pascua del Señor, la Gran Pascua cristiana, en la que, una vez más intentaremos dar el cambio, el paso de la muerte a la vida. Para que haya vida tiene que haber muerte. A nosotros nos cuesta hablar de sacrificio y de muerte, es más bonito hablar de vida, disfrutar de la vida. Pero hay que ser realista. Siempre tiene que morir algo para nazca un nuevo ser, una nueva situación. Hay que sacrificar el tiempo, las energías, el descanso, la diversión, los caprichos…si queremos conseguir algo serio e importante.
Nosotros no buscamos el sacrificio por puro masoquismo. La vida es bella, hay que disfrutarla, es un don de Dios. Pero hay unas leyes que se cumplen inexorablemente. Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, no sale la espiga, y después la harina, y el pan, y tantas cosas. Mucha gente ha dado la vida por defender un ideal, la familia, la patria…Si hoy estamos aquí es porque mucho antes otros dieron la vida por nosotros. Y nosotros cada día estamos dando la vida por cosas muy importantes, como son la familia, el trabajo bien hecho, la consecución de un título, un empleo, o una meta.
Jesucristo entregó la vida por pura misericordia para con nosotros. Desde la Cruz perdonó a todo el mundo, con su muerte dio vida al hombre devolviéndole su dignidad, su posibilidad de aspirar a algo más que vivir sin problemas. Para nosotros la Cruz es el reclamo incesante de esta verdad: merece dar la vida por un ideal, y sobre todo si el ideal es trascendente. Dios me ha dado la vida, como un gran talento, y debo devolvérsela con las ganancias que he conseguido al esforzarme por hacer las cosas bien. El que de su vida por mí la salvará…De que le sirve a un hombre ganar todo el oro del mundo si pierde su alma, su vida eterna.
Cuenta una historia que dijo una ostra a otra que estaba junto a ella: “Siento un gran dolor dentro de mí: Es algo pesado y redondo, y me lastima”.
Y la otra replicó con arrogancia: “Alabados sean los cielos y el mar. Yo no siento ningún dolor dentro de mí. Me siento bien e intacta por dentro y por fuera.
En este momento un cangrejo que pasaba por allí escuchó a las dos ostras, y dijo. “Sí, te sientes bien e intacta, pero el dolor que soporta tu vecina es una perla de inigualable belleza”.
Como la mujer que va ser madre. Sufre, pero de ese sufrimiento nacerá una vida. Para nosotros Cristo es la Vida, porque antes ha sido la Muerte. Al fondo vemos ya la Semana Santa. Piensa que va a ser para ti. ¿Una semana más, de vacaciones, de viaje, de descanso, de procesiones…? ¿No puede ser algo más? Hoy el Señor sigue dando la vida por ti. Muchos pasarán indiferentes ante la Pasión. Pero nosotros no podemos dejar solo a Cristo que hoy sufre la indiferencia, el desprecio, y a veces el odio. Y Cristo no lo siente por El, sino porque muchos no quieren aceptar la Misericordia que nos ofrece a todos, el perdón, la Gracia.
Prepárate bien a vivir los días más importantes de nuestra fe cristiana, con un profundo arrepentimiento de tus pecados, una buena confesión, y un deseo grande de resurrección. Hay que defender nuestra fe de todo aquello que quiere convertirla en un simple recuerdo histórico, o en un dato cultural, o incluso en una ridiculez. El que quiera ser mi discípulo que tome su cruz cada día y que me siga. Y esto es Palabra del Señor.

Juan García Inza
juan.garciainza@gmail.com

martes, 17 de marzo de 2009

SAN JOSE, MODELO PARA EL SACERDOTE


El sacerdote, testigo del amor de Dios

De San José poco nos dice el Evangelio. Pero sí lo suficiente como para comprender su específica vocación de ser el protector de Jesús, el Hijo de Dios y primer Sacerdote. Contemplamos su vida ya en los inicios de la Encarnación. El no comprende nada de lo que está ocurriendo en María, pero la respeta y espera una aclaración del Cielo. Acepta plenamente la revelación divina sobre el Misterio del Verbo Encarnado en su esposa. Con suma delicadeza protege a Ella y al Niño en el momento del parto. Y silenciosamente trabajará toda su vida para sacar adelante a la Sagrada Familia. El nos da una lección de cómo ha de ser el trabajo de un cristiano: bien hecho en la presencia de Dios.

Acompañó a María al Templo para la purificación y ofrenda del Niño al Padre Dios. Y con ella lo buscó cuando se quedó a los doce años en el Templo dialogando con los expertos en las Sagradas Escrituras. Nos enseña a buscar siempre a Jesús cuando parece que lo hemos perdido, y a sentir profunda alegría en ese encuentro tan deseado. Y desde aquel momento los Evangelio guardan silencio sobre José. Es el reflejo de la vida interior, y de la santidad en la vida ordinaria. Murió seguro en los brazos de Jesús y María. Por ello es patrono de la buena muerte.

A San José se le encomienda la promoción de las vocaciones sacerdotales. Por eso en su fiesta se celebra el día del seminario. Es una buena oportunidad para pensar en la misión del sacerdote, y en la necesidad que la Iglesia y el mundo tienen de la labor santificadora de todo sacerdote fiel a su misión.

Este año se nos propone al sacerdote como TESTIGO DEL AMOR DE DIOS.



Los sacerdotes son las manos, los pies, los ojos, la mente, el corazón de Cristo; los canales y medios por los que Cristo se va a comunicar a la humanidad. Por los sacerdotes, hará sentir a los hombres cuánto los ama y cómo desea ser amado de ellos; por ellos, va a manifestar sus misericordias; por ellos, va a sembrar la paz que anunciaron los ángeles desde el primer día de su nacimiento, cuando cantaron sobre su cuna prometiéndola a los hombres de buena voluntad; por ellos, hermanará a todas las naciones, a todas las razas, a todas las clases sociales, borrando las envidias y los odios y uniéndolos a todos en un solo corazón y en un solo espíritu en su divino Corazón.



Hacen falta urgentemente muchas vocaciones sacerdotales. Hoy los jóvenes encuentran muchas dificultades para escuchar la llamada de Dios. Pero Dios sigue llamando. Debemos pedir insistentemente que Su Vos no caiga en el vacío de la indiferencia. No es cómodo ser sacerdote hoy, pero es necesario y apasionante. Es uno de los retos de la Iglesia en esta sociedad tan paganizada.

Le pedimos a San José que infunda valentía y mucho amor a Dios en nuestros jóvenes para dar el paso y decir SI a Dios cuando llame. Merece la pena. El futuro inmediato de la Iglesia está dependiendo de que muchos jóvenes digan a Dios que puede contar con ellos.



Juan García Inza

sábado, 14 de marzo de 2009

CON MOTIVO DEL TRASLADO DEL SR. OBISPO


Noticias

COMUNICADO DE PRENSA: Celebraciones por el pontificado de Mons. Juan Antonio Reig Pla

OBISPADO DE CARTAGENA EN ESPAÑA

MURCIA, 12 de marzo de 2009
Año Paulino

COMUNICADO DE PRENSA

Eucaristía presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por los sacerdotes de la diócesis

El miércoles día 25 de marzo de 2009, solemnidad de la Anunciación del Señor, a las 12:00 h., en la Santa Iglesia Catedral en la ciudad de Murcia, se celebrará, Dios mediante, una Eucaristía presidida por Mons. Juan Antonio Reig Pla y concelebrada por los sacerdotes de la diócesis.

Procesión y Rosario por la Vida y Eucaristía en acción de gracias por el pontificado de Mons. Juan Antonio Reig Pla

El sábado día 28 de marzo de 2009 tendrá lugar, Dios mediante, una procesión por la Vida con rezo del Santo Rosario. Dicha procesión partirá a las 17:30 h. de la Plaza Circular de la ciudad de Murcia y llegará a la Plaza Cardenal Belluga, donde a las 19:30 h. se celebrará una Eucaristía en acción de gracias por el pontificado de Mons. Juan Antonio Reig Pla como Obispo de Cartagena en España. Están invitados a participar en la procesión y en la Eucaristía los fieles (sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, seminaristas y laicos) y personas de buena voluntad de la Región de Murcia.

Toma de posesión canónica de la diócesis de Alcalá de Henares

La Eucaristía en la que Mons. Juan Antonio Reig Pla tomará posesión canónica de la diócesis de Alcalá de Henares se celebrará, Dios mediante, el sábado día 25 de abril de 2009, festividad de San Marcos evangelista, a las 12:00 h., en la Santa e Insigne Catedral-Magistral de Alcalá de Henares. Hasta ese día no queda vacante la Diócesis de Cartagena (c. 418 § 1 C.I.C.).