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viernes, 9 de octubre de 2015

HOJA PARROQUIAL DE LOS RECTORES

Hoja parroquial de los rectores

 Domingo XXVIII del t.o. ciclo C. Escritura: Sabiduría 7, 7-11; Hebreos, 4, 12-13;
Marcos 10, 17-30

EVANGELIO

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: -Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Jesús le contestó: -¿Por qué me llamas bueno?

No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.
Él replicó: -Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo:
-Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo-, y luego sígueme.
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: -Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios.
Ellos se espantaron y comentaban: -Entonces, ¿quién puede salvarse?
Jesús se les quedó mirando y les dijo: -Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.
Pedro se puso a decirle: -Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
Jesús dijo: -Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más –casa, y hermanos y hermanas, y madre e hijos, y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura la vida eterna.
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COMENTARIO

El dinero comprará una cama pero no sueños.
Libros pero no el cerebro.
Comida pero no apetito.
Adornos pero no Belleza.

Una casa pero no un hogar.
Medicinas pero no salud.
Lujos pero no cultura.
Diversión pero no felicidad.
Un crucifijo pero no un salvador.
Lo que el dinero no puede comprar Dios lo da libremente sin cobrar.
"Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible".
Entrar en la vida para siempre, salvarse, no es cosa de hombres, es obra de Dios. Y Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Hoy, hemos proclamado uno de los textos más hermosos del Evangelio. El encuentro de un joven y de Jesús, la única vez en el Evangelio en la que se dice que Jesús amara a alguien: "Jesús lo miró, sintió cariño por él y le dijo"…
Este encuentro está lleno de sorpresas.
Primera sorpresa. "El joven corrió a su encuentro, se arrodilló delante de Él y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?
Los jóvenes de todos los tiempos corren y se arrodillan ante otros ídolos, buscan el dinero para independizarse, buscan el sexo sin compromiso, quieren triunfar sin esfuerzo, libres sin responsabilidades, no hay muchos en la iglesia, miren a su alrededor…

Este joven del evangelio nos sorprende porque, aparentemente, tiene sentimientos y preocupaciones más nobles. Quiere saber cómo heredar la vida eterna.
                Nosotros hacemos cosas para matar el tiempo, para divertirnos, para ganarnos el pan, hacemos unas cosas por obligación y otras por gusto… Para ganar la vida eterna no hay que hacer nada, es un don de Dios. Y a Dios no se le puede comprar. A Dios se le acoge y se le celebra.
                ¿Ha venido hoy a misa para ganarse el cielo? Yo no. Yo estoy aquí para celebrar al Señor que me regala el cielo y para vivir aquí y ahora la liturgia del cielo. Yo estoy aquí para darle gracias al Señor porque me mira con cariño y me quiere.
                Sí estamos llamados, como el joven del evangelio, a ser de otra manera, a vivir el estilo de vida de Jesús.
La segunda sorpresa es la respuesta de Jesús. Ya conoces los mandamientos: no matar, no defraudar, no robar… Jesús no menciona los cuatro primeros mandamientos, los que hacen referencia a Dios.
                ¿Por qué sólo los que hacen referencia a los hermanos? Ser de otra manera, vivir de otra manera es ser fiel a las relaciones con los hermanos. El que no respeta, no sirve, no es fiel a sus múltiples relaciones, el que no ama al hermano tampoco ama a Dios. El que ama cumple toda la ley. Jesús miró al joven, lo amó y le dijo: "Sólo te falta una cosa"…
                Ser de otra manera es ser libre. Sólo una persona libre puede seguir a Jesús.
El joven no era libre, le ataban sus riquezas, era un esclavo,
No podemos seguir y aceptar a Jesús si alguien o algo nos controla.
No sabemos el nombre del joven. Pero sabemos nuestro nombre y hoy recibimos la misma invitación: "Ven y sígueme".


MES DE LOS DIFUNTOS

Recemos estos días por los fieles difuntos. ¿Quién no tiene un difunto en la familia? Es una obra de misericordia recordar en nuestra oración a las almas de los que ya no están con nosotros en la tierra. Puedes ofrecer una Misa, un Rosario, una vela… Algún día lo necesitaremos nosotros.

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