Solemnidad de San Pedro y San Pablo
Lecturas:
Hechos 12, 1-11; 2 Timoteo 4, 6-8.17.18;
Mateo 16, 13-19
EVANGELIO
En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo y preguntaba a sus discípulos: -¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?
Ellos contestaron: -Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.
Él les preguntó: -Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: -Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Jesús le respondió: -Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
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COMENTARIO
Celebramos hoy la fiesta de San Pedro y San Pablo, dos personas ordinarias transformadas en personas extraordinarias por la gracia de Dios. Pedro y Pablo forjaron los principios básicos por los que aún vivimos hoy los católicos. Pedro, el apóstol de los judíos, y Pablo, el apóstol de los gentiles, son el cimiento y el principio de la Iglesia.
Como honramos y celebramos a nuestros héroes civiles: presidentes, generales, poetas, estrellas del cine y del deporte…nosotros celebramos también esos hombres y mujeres que fueron fieles a Jesucristo y trabajaron incansablemente por darlo a conocer por todo el mundo. Pedro y Pablo son el número uno en esa larga lista de hombres y mujeres que vivieron en la amistad del Señor. Predicar sobre Pedro y Pablo es predicar sobre la iglesia. La Iglesia es como un gigantesco iceberg viajando por el mar. Lo que vemos, la punta del iceberg, no es nada comparado con lo que las aguas guardan y esconden.
Lo que vemos cada día con nuestros ojos es la institución externa: obispos, sacerdotes, feligreses, templos, titulares en los periódicos, ustedes y yo haciendo el trabajo de Cristo, pero venimos aquí para ver con los ojos de la fe el misterio interior de la presencia escondida de Cristo, para edificar nuestras vidas sobre el único y verdadero cimiento que es Cristo. Para mucha gente la Iglesia es lo que leen en la prensa. Y ésta ha saciado su hambre de escándalos y excesos con total profusión. Lo que siempre devuelve a la iglesia la estabilidad y la renovación es la vuelta a lo básico: la vuelta a Pedro y Pablo, lo que ellos aprendieron de Jesucristo y nos entregaron.
La pregunta más importante que Pedro tuvo que contestar a lo largo de su vida fue la pregunta eterna: ¿Quién dice la gente que soy yo?
"Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios Vivo".
EL OSO Y LOS DOS VIAJEROS
Dos hombres viajaban juntos, cuando de repente les salió un oso. Uno de ellos se subió a un árbol y se escondió entre sus ramas. El otro, al ver el peligro, cayó a tierra y cuando el oso llegó hasta él empezó a olfatearlo de arriba abajo mientras contenía el aliento y se hacía el muerto. El oso se alejó. Dicen que nunca ataca a un cuerpo muerto.
Cuando el oso desapareció su compañero bajó del árbol y jocosamente le preguntó qué le había susurrado el oso al oído.
“Me dio este consejo, le dijo a su compañero, no viajes nunca con un amigo que te abandona cuando se acerca el peligro”.
AVISOS
- Recordamos que a partir de este domingo se suprime la Misa de 11,30 de la mañana hasta el 4 de septiembre.
- Esta semana próxima, de lunes a viernes no habrá Misa en la parroquia por estar de peregrinación con un grupo de personas. El sábado Misa normal a las 20 h.
- Recordamos que la página W. de la Parroquia está en esta dirección: www.divinamisriEEcordiamurcia.blogspot.com
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